Rolls-Royce apuesta al combustible sostenible

Por Gabriel Rico Albarrán | diciembre 6, 2021

Aunque todos conozcamos a Rolls-Royce por sus vehículos de lujo, la realidad es que es una de las empresas más importantes del sector aeronáutico. Sus motores y creaciones forman parte de muchos de los aviones que surcan nuestros cielos a diario.

De hecho, a lo largo de sus más de 100 años de historia se han convertido en una auténtica referencia. Y una vez más vuelven a serlo, esta vez gracias a la creación de un combustible específico para la aviación 100% sostenible (SAF).

Combustible sostenible

Este combustible carente de queroseno no solo es un ejercicio teórico o creativo, su viabilidad es absoluta gracias a las diferentes pruebas que la empresa inglesa está realizando por el mundo. El primer vuelo de pruebas se realizó con un Boeing 747 el cual despegó del aeropuerto de Tucson en Arizona, Estados Unidos.

Tras casi cuatro horas de vuelo, la aeronave tomó tierra sin incidencia y se convirtió en el primer vuelo del mundo en usar este tipo de combustible. En aviación no se corren riesgos. Minimizar daños está inscrito en su ADN.

Por ese motivo el Boeing 747 montaba un solo motor Trent 1000 capaz de usar el combustible sostenible, mientras que los tres reactores RB211 restantes se alimentaban con el tradicional combustible para aeronaves.

En ningún momento del recorrido aéreo se registraron incidencias de ningún tipo, habiendo realizado diversas pruebas durante las cuatro horas de vuelo. De esta forma, Rolls-Royce ha confirmado que sus motores Trent serán totalmente compatibles con este nuevo carburante 100% sostenible en 2023.

Aunque los sistemas de propulsión eléctricos e híbridos también son alternativas imprescindibles para vuelos de cero emisiones, por ahora, SAF se considera la solución más viable.

Sin embargo, en la normativa vigente, las aeronaves solo pueden utilizar hasta un 50% de este combustible mezclado con queroseno convencional. Por lo tanto, uno de los objetivos es lograr la certificación de SAF no combinado para realizar viajes de larga distancia sostenibles.

Vista nadir de aeronave siendo inspeccionada por ingeniero de Rolls-Royce
Vista nadir de aeronave siendo inspeccionada por ingeniero de Rolls-Royce.

Hacia la descarbonización en el combustible

Durante estos últimos años estamos viendo como los gobiernos de todo el mundo están impulsando la descarbonización de los diferentes tipos de transporte, incluida la aviación.

En Estados Unidos, la administración del presidente Joe Biden ha lanzado el “Gran Desafío de Combustible de Aviación Sostenible”, cuyo objetivo pasa por producir tres mil millones de galones de combustible SAF al año para 2030.

Por su parte, la Comisión Europea lanzó la propuesta “ReFuelEU Aviation” para suministrar mayores cantidades de SAF en los aeropuertos y por ello exigirá la incorporación de carburantes 100% sostenibles, aumentando el ratio hasta un 63% para el año 2050.

Ingenieros de Rolls Royce observan turbina
Rolls-Royce ha confirmado que sus motores Trent serán totalmente compatibles con este nuevo carburante en 2023

Combustible de aviación sostenible

El SAF es un combustible de hidrocarburos que suele producirse a partir de materias primas de biomasa, como aceites residuales o restos vegetales, y que se purifica para que el líquido final sea esencialmente idéntico al actual combustible para aviones.

Cuando el SAF se quema en un motor a reacción, produce exactamente las mismas emisiones de carbono.

Se considera “sostenible” porque el ciclo de vida de esas emisiones muestra que el carbono es absorbido del aire por las plantas y luego reciclado de nuevo.

Esto contrasta con los combustibles fósiles, en los que el carbono que va al aire ha sido previamente secuestrado bajo tierra durante millones de años. Si el SAF se produce cuidadosamente utilizando los métodos más limpios, se dice que proporciona una reducción del ciclo de vida de las emisiones de carbono de entre el 50 y el 80% en comparación con los combustibles fósiles.

Como el SAF puede echarse en un tanque en lugar del combustible para aviones, no es necesario cambiar el diseño del avión ni la infraestructura de abastecimiento de combustible en el aeropuerto.

El problema es producir SAF en cantidades suficientes a un precio asequible. Sin embargo, el impulso y la inversión están aumentando para superar estos obstáculos.

La gigante Shell se comprometió a producir dos millones de toneladas métricas de SAF al año para 2025, mientras que la filial estadounidense de la empresa de combustibles alternativos SkyNRG, tiene previsto construir una planta para producir este tipo de combustible para aviones a partir de residuos de vertederos. (REVISTA MERCADO)

Suscríbete a la revista y regístrate a nuestros newsletters para recibir el mejor contenido en tu buzón de entrada.