Meta no se llevará un susto en Halloween. La compañía lleva conviviendo con el terror desde que comenzó 2022, por lo que el factor sorpresa se diluirá cuando alguien llame a su puerta con sangre en su ropa y una máscara monstruosa. La travesía de la big tech de Mark Zuckerberg por los mercados de valores está siendo una pesadilla en lo que va de año. En menos de 11 meses, Meta se ha derrumbado en bolsa. Un frío dato: su capitalización se ha dividido entre 3, retrocediendo a registros de 2016.
Según cifras de Companies Market Cap, Meta alcanzó su récord de capitalización en bolsa el 30 de agosto de 2021, con un valor de US$1.07 billones. Desde entonces y hasta el 14 de octubre de 2022, cuando fijó su mínimo desde 2016 (US$340.67 mil millones), la caída fue del 68.2 %. Si bien está siendo un año difícil para las big techs en general, el golpe es especialmente duro para la compañía de Zuckerberg. La explicación, según los expertos, tiene un sello: el del Metaverso.
El ‘timing’ resulta fundamental en el mundo ‘business’. Una buen idea puede terminar en fracaso si se lanza en el momento inadecuado, ya sea demasiado tarde, a rebufo de la competencia, o demasiado pronto, sin una base de consumidores preparada para recoger el guante. Es este segundo caso en el que los expertos engloban la realidad del Metaverso.
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Octubre de 2021 marca el punto de inflexión en la evolución de la big tech. Facebook se convirtió en Meta, un cambio corporativo que incluía una apuesta rompedora, futurista y arriesgada por el universo virtual. La reacción de los inversores no ha sido nada positiva desde entonces. La percepción fue que la empresa dejaba de ser una red social dominante para adentrarse en un mercado todavía de nicho, sin ningún tipo de seguridad a corto plazo, ni siquiera a largo plazo. En este sentido, el precedente del fracaso de Second Life jugaba en contra del paso de Meta, que dejaba de ser una fuente de rentabilidad clara en un contexto que se acerca a la recesión global.
El aumento de la competencia o los cambios de políticas para el manejo de datos con fines publicitarios también han afectado a Meta. Sin embargo, los datos indican claramente cuál está siendo el principal acelerador de la peor crisis de su historia. Sólo entre el último trimestre de 2021 y el primero de 2022, la división Reality Labs registró alrededor de US$13 mil millones en pérdidas. Pese a todo, Zuckerberg se mostraba optimista a principios de año. «Se están sentando las bases para lo que espero sea un 2030 muy emocionante«, afirmó el CEO de Meta, lejos de dar marcha atrás en su apuesta.
El tiempo y el mercado dictarán si está en lo cierto; por ahora, los números le dan la espalda.
Por Borja Santamaría, con datos de Companies Market Cap y Statista.
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