¿Por qué me vuelvo loco en Black Friday?

Por pferreras | noviembre 28, 2019

La distancia entre mi yo real y mi yo ideal

Comprar es excelente. Querer o necesitar un bien/servicio y contar con las facilidades para adquirirlo es de los factores que tienen mayor incidencia en la calidad de vida. Como digo en mis charlas: el dinero no te lleva a la felicidad, pero te deja a dos esquinas y puedes llegar caminando.

El #BlackFriday es una plataforma por medio de la cual los comerciantes promueven ofertas que motivan a un incremento del consumo. La ocasión es rentable: de acuerdo con el Foro Económico Mundial, la combinación del #BlackFriday y el #CiberMonday suma US$14,500 millones en ventas brutas. Desde el inicio de esta década, el comercio nacional se suma a esta tendencia.

Esa tendencia se alimenta cuando decides comprar algo. Lo que te motiva a consumir es, algunas veces, la necesidad. Otra razón por la que consumes pudiera la persuasión que la promoción ejerce sobre ti. ¿Qué debilidades explotan las promociones? Tus discrepancias.

Tus discrepancias de personalidad consisten en la distancia entre lo que eres en realidad y lo que deseas ser, de acuerdo con los perfiles que admiras. ¿Qué te ofrecen muchas ofertas? Acortar esa distancia. De lo que trata el marketing en algunas ocasiones es de convencerte de que comprando o contratando algo te vas a convertir en eso a lo que aspiras, a reducir tus discrepancias.

Lo que me lleva a preguntarte, ¿por qué compras? ¿Necesitas lo que ves en la vitrina? ¿La presión de grupo te lleva a “comprar aunque sea algo”? Adquirir algo nuevo es una experiencia agradable, pero es más agradable aún cuando el fundamento del consumo está sustentado en las razones correctas, cuando somos responsables.

Compro responsable mente cuando…

  1. Aprovecho buenas ofertas

¿Recuerdan el #WeekendMoney de la semana pasada? Una oferta es buena si realmente rebaja el precio, quería lo que me ofrecen antes de ver el anuncio, puedo hacer la compra sin contraer una deuda tóxica y no tengo que renunciar a mis garantías de consumidor para aprovecharla. No te dejes cegar por los anuncios.

  1. No cedo a la presión de grupo

Resulta que todos tus compañeros del colegio/universidad/oficina van a comprar algo en el #BlackFriday y no puedes quedarte atrás. La presión de grupo está detrás de muchas decisiones desafortunadas y el consumo es una de ellas. Pregúntate, ¿me dejarían de apreciar mi pares si saben que no compré nada? Si la respuesta es sí, es hora de cambiar de amigos.

  1. Me hace falta lo que compro

También disfruto de aquellas cosas que contrato. Quizás podemos ver algo a bajo precio de manera ocasional, pero la clave aquí no es lo que pagamos por eso, sino el valor que tal o cual producto/servicio agrega a mi existencia. La pregunta es, ¿para qué me servirá esto en una semana? Si la respuesta es difusa, reflexiona un poco más antes de comprar.

  1. Tarjetazos responsables

Los pagos con el plástico rebelde tienen tres categorías: (1) pagar con tarjeta, es cuando de manera habitual cumples tus compromisos con ese método de pago. (2) Dar un tarjetazo, es un gasto extraordinario, pero en su esencia sabes cómo lo vas a saldar antes del vencimiento. (3) Mirar hacia otro lado y dar un tarjetazo, en esta categoría solo te dejas llevar de tus instintos consumistas y “tiras hacia delante” para luego averiguar las consecuencias.

Quizás ese tarjetazo está motivado por llenar un vacío, impresionar a alguien o simplemente la dificultad de controlar los deseos; indistintamente, te advierto que comprar algo sin saber de dónde lo pagarás después te causará mucho pesar, tensión e intereses.

¿Comprar en #BlackFriday? Fantástico. Te deseo las mejores ofertas, que te lleves a tu casa lo que te haga feliz (a ti), libre de deudas y remordimientos post-consumistas.

Por: @cguisarre