[vc_row][vc_column][vc_column_text]
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/3″][vc_text_separator title=»ÁNGEL ESTÉVEZ, MINISTRO DE MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES»][vc_column_text]La acumulación de plástico consiste en uno de los grandes retos medioambientales de República Dominicana. En ese sentido, el Ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Ángel Estévez, comunica con frecuencia que trabaja muy duro y con firmeza para contrarrestar este flagelo en el país.
“Esto es un problema serio que tenemos que hacerle frente. No podemos quedarnos de brazos cruzados, tenemos que cambiar este modelo. Cada lluvia convierte nuestras calles y avenidas en espacios por donde se desplazan cientos de toneladas de plásticos los cuales van a parar a nuestros ríos y mares. El impacto de esta realidad, desde el punto de vista ambiental, económico y sanitario, es de mucha gravedad y lo será cada vez peor con el paso del tiempo si no hacemos algo para corregir la situación”, dice.
La cultura nacional necesita mayores niveles de educación en cuanto al reciclaje y el manejo de residuos sólidos. Además, es preciso establecer sanciones y normativas que permitan a los distintos sectores de la sociedad alcanzar estos objetivos.
[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/3″][vc_column_text]La Organización de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente ha alertado que el Caribe y el Pacífico son los mares que mayor cantidad de basura acumulan, y estos desechos son esencialmente plásticos; esto tiene que cambiar de acuerdo con el ministro.
Como consecuencia de una mala gestión de los residuos o de su abandono, ocho millones de toneladas de plásticos acaban en los mares y océanos por año, formando el 60 % de la basura marina, en su mayoría en forma de micro plástico. Esta cantidad equivalente al peso de 800 Torre Eiffel, para cubrir 34 veces la isla de Manhattan o el peso de 14,285 aviones Airbus A380.
La reforestación lo ha ocupado. Solo en noviembre coordinó la siembra de un millón 460 mil árboles a lo largo de la geografía nacional, integrando a brigadistas, guarda parques y autoridades de la entidad ambiental, para colocar especies como pino caribe, caoba criolla, caoba hondureña, cedro, corazón de paloma, uva de playa, capá, penda y mara, a través de 161 jornadas.
[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/3″][vc_column_text]Reforestar es una de las estrategias más básicas de la conservación ecológica y República Dominicana tiene una amplia tradición en este aspecto, tanto desde el punto de vista público, como por parte de organizaciones privadas (y no gubernamentales). Estévez la favorece, puesto que entiende que las medidas que han funcionado de manera sostenible por décadas deben combinarse con las nuevas formas de protección ambientalista, con el propósito de mantener una mejora constante en los índices de equilibrio ecológico
La protección de los arrecifes de corales, fundamentales como complementos de atracción del turismo de sol y playa, recibe la atención merecida.
Millones de turistas llegan a República Dominicana porque quieren practicar el buceo en aguas cálidas del Caribe. Los arrecifes son clave en la experiencia agradable de esos deportistas acuáticos. Por lo tanto, la protección de la fauna oceánica no solo se trata de un asunto de consciencia sobre la preservación de la naturaleza de cara a las próximas generaciones, sino también del desempeño del turismo, en torno a la atracción de viajeros.
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