El valor de los corredores de seguros en pandemia

Por Karime Rivas | enero 5, 2021

Desde que se decretó el estado de alarma, los corredores de seguros han atendido numerosas consultas de sus clientes. Y tanto en las fases de la desescalada como en la “nueva normalidad” continuarán aportando valor añadido a los asegurados.

Lo estemos o no, es momento de actuar sobre cómo nos hemos de adaptar a un cambio de escenario (social y de mercado), que afectará en la toma de decisiones de nuestro entorno personal y profesional. En una hipótesis de normalidad antes del covid-19, este podría ser el ejemplo de un gran número de corredores y corredurías de seguros: corredor de seguros que, a finales de 2019 habría cumplido con sus objetivos marcados, y estaría llevando a cabo los de 2020 con casi el 80% del negocio renovado.

Nada le podría hacer pensar que una crisis sanitaria, cambiará el modelo de negocio de muchas actividades, incluida la distribución de seguros, pero, aún es prematuro adelantar exactamente cuál será su impacto. Lo que sí tenemos visos, son de las diferentes derivadas que ya se están produciendo (como, por ejemplo, la interrupción de la producción y del consumo y, por lo tanto, del comercio) y otras que cabe esperar como consecuencia de la drástica reducción en el flujo internacional de personas.

Tradicionalmente un corredor de seguros, es un ente que ejerce como intermediario entre la compañía de seguros y el cliente asegurado. Algunas de sus funciones específicas son vender planes de coberturas de seguros, representar las necesidades y requerimientos del cliente ante la aseguradora, velar por el cumplimiento de la cobertura contratada, ajustar los planes de seguros de acuerdo a las necesidades del cliente, brindar asistencia al cliente.

Sin embargo, ante la transformación económica, política y social que ha supuesto para la humanidad la crisis
sanitaria mundial por el COVID -19, diversas profesiones han adoptado el papel de héroes y heroínas, capaces de disminuir el impacto de la situación en respuesta a las críticas situaciones que enfrenten sus
clientes.

Tal ha sido el caso de los corredores de seguros, una de esas profesiones catalogadas como esenciales en estos momentos de dificultad y angustia. De manera básica, sus servicios son caracterizados por el apoyo y acompañamiento, es por esto que su papel y funciones se han convertido en primordiales, en una sociedad que clama a gritos por empatía, cercanía y solidaridad. Enfrentados a riesgos tan altos para la salud y el patrimonio, transmitir seguridad, tranquilidad, protección es parte de esa labor tan necesaria que ponen de manifiesto su alto valor en el sector salud y el sector asegurador.

Brindar respuestas, información, conocimientos, por increíble que parezca una gran parte de la población antes de esta catastrófica crisis global, no poseía pólizas de seguro siquiera de salud, mucho menos de bienes como vehículos, hogar, negocios.

Es precisamente, para ese grupo que los corredores de seguros, se han convertido en una especie de maestros, porque han sumado a sus ya muy claras funciones el papel de orientadores confiables, para quienes antes por desconocimiento o descuido no asumían la responsabilidad de asegurar su bienestar y el de los suyos.

Si bien es cierto, que estos son tiempos de transformación, de asumir retos, de aceptar perdidas, de reinventarse, reajustarse a una realidad latente que promete perdurar y no volver atrás, los corredores de seguros son parte de esa reinvención, de esas oportunidades que surgen en medio de las crisis, porque sí las hay aunque no se vean con claridad.

Poseer el apoyo y acompañamiento de un corredor de seguros, representa en estos momentos un respiro y una luz en el camino, como una garantía de tranquilidad en medio de la tormenta.