Suicidio y depresión, secuelas ocultas de una pandemia

Por Karime Rivas | febrero 11, 2021

El coronavirus está afectando la salud mental de muchas personas en todo el mundo. Datos de estudios recientes muestran un aumento de la angustia, la ansiedad y la depresión, especialmente en trabajadores de la salud, que sumadas a la violencia los trastornos por consumo de alcohol, el abuso de sustancias, y las sensaciones de pérdida, son importantes factores que pueden incrementar el riesgo de que una persona decida quitarse la vida.

En América, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) insta a hablar del tema en forma abierta y responsable, a permanecer conectados aún durante el distanciamiento físico, y a aprender a identificar los signos de advertencia para prevenir los suicidios.

Así mismo, destaca como principales causas del suicidio en tiempos de pandemia: el estrés económico, el distanciamiento social, las barreras para la salud, la existencia de enfermedades física previas y el aumento de ansiedad.

La OPS recomienda incorporar el apoyo de salud mental y psicosocial en los planes y esfuerzos de respuesta al covid-19.

En Europa, según France 24, ya son decenas las personas que, en los últimos meses, han puesto fin a su vida en Italia, por nombrar uno de los países meas afectados por el covid-19. Con el paso de los meses empiezan a ser visibles las secuelas psicológicas provocadas en decenas de italianos por los períodos de aislamiento, la crisis financiera y el temor a contagiarse del virus.

En efecto, como en la mayoría de los países más afectados por la pandemia, la crisis sanitaria ha puesto a prueba los nervios de gran parte de los italianos. De acuerdo con un estudio coordinado por la Universidad de Turín y publicado en ‘The Canadian Journal of Psychiatry’ que no analizó la situación de los suicidios, pero sí los niveles de ansiedad y depresión clínica de la población italiana, el 69% ha sufrido del primer trastorno y el 31% del segundo.

El psicólogo Stefano Callipo, el presidente del Observatorio de Violencias y Suicidios, asegura que “es evidente que estamos asistiendo a un aumento de suicidios” relacionados con las dificultades económicas.

Además, en las cifras podría haber un aumento considerable, si se toma en cuenta el impacto sobre la salud física y no solo sobre la salud mental de las personas afectadas. Los individuos que desarrollan depresión, por ejemplo, tienen mayores posibilidades de ser afectados por determinadas patologías médicas, como el infarto de miocardio.

SEÑALES DE ALERTA. La mayoría de los suicidios son precedidos por signos de advertencia verbal o conductual. Según la Organización Panamericana de la Salud, estas señales de advertencia son:

  • Hablar sobre querer morirse, sentir una gran culpa o vergüenza, sentirse una carga para los demás.
  • Sentirse vacío, sin esperanza, atrapado o sin razón para vivir.
  • Cambios de comportamiento como hacer un plan o investigar formas de morir.
  • Alejarse de los amigos, decir adiós, regalar artículos importantes o hacer un testamento.
  • Hacer cosas muy arriesgadas como conducir con una rapidez extrema.
  • Mostrar cambios de humor extremos.
  • Comer o dormir demasiado o muy poco; consumir drogas o alcohol con más frecuencia, pueden ser signos de advertencia del suicidio.