Al cuerpo lo mantenemos saludable proporcionándole comida, agua, horas de sueño y ejercicio, pero partiendo de la idea de que también somos conciencia, espíritu y energía, ¿qué debemos darle al alma para su bienestar?
Por siglos, probar la existencia del alma ha significado una batalla entre la ciencia y la religión. La idea del alma está ligada a la creencia en continuar la vida después de la muerte. Para algunos, el cuidado del alma puede hacerse a través de la oración y la meditación, pero lo cierto es que todas las actividades que produzcan algo más que una mera satisfacción física, que proporcionen paz y tranquilidad, y que además alejen del estrés, pueden ser alimentos para el espíritu. Cada persona debe encontrar el que más beneficie y alimente su alma, por eso presentamos una lista de posibles actividades:
Para quien busca equilibrio entre mente, cuerpo y espíritu, el yoga es la disciplina indicada. A través de la combinación de las diferentes asanas (posturas), pranayanas (ejercicios de respiración consciente) y meditaciones, la práctica de yoga ayuda al cuerpo, los pensamientos y las emociones a alcanzar control y paz. El yoga es un estilo de vida que enseña a conectar con el presente, y vivir el aquí y el ahora en gratitud.
La ciencia ha comprobado los múltiples beneficios que trae meditar diariamente. Quienes practican la meditación tienen mayor capacidad de memoria y aprendizaje, menos estrés y más empatía con los demás, disminuyen el riesgo de sufrir depresión, mejoran la atención y concentración, entre otros efectos físicos como la reducción de procesos inflamatorios y dolorosos, y la mejoría del sistema cardiovascular. Es una práctica que conlleva meses de disciplina y constancia, pero es indiscutible su beneficio para el cuerpo y el alma.
No existe mucha evidencia científica sobre los beneficios de la aromaterapia. Se cree que funciona mediante la estimulación de los receptores olfativos que, luego, envían mensajes al sistema nervioso para lograr el control de algunas emociones.
Quienes practican la aromaterapia sienten alivio de la ansiedad y la depresión, mejoran su sueño y calidad de vida, en particular aquellas personas con enfermedades crónicas.
Resulta interesante cómo escuchar una melodía puede traer consigo diversas emociones, como alegría, tristeza y miedo; o también un recuerdo. Varios estudios han demostrado que la música brinda bienestar, relajación, ayuda a regular emociones, crea felicidad y disminuye el estrés y la ansiedad.
Bien sea pintar, escribir un poema, acudir a una exposición, admirar un ballet o presenciar un concierto, las expresiones artísticas hacen que las personas sean más felices y estén más saludables. El arte invita a la creatividad y a la expresión de emociones, ayuda a explorar quienes somos realmente, desarrollando todo el potencial del ser.
La clave para que todas estas actividades sean un efectivo alimento para el alma es identificar con cuál te sientes a gusto y asumirla como parte de una rutina de vida, como lo es comer o ir al gimnasio, y siempre estar atentos a una salud integral, donde el cuidado del cuerpo físico y el espíritu vayan a la par.
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