A diario, plasmamos fotos de nuestro rostro en redes sociales y también usamos almacenamiento en la nube, por lo que la pregunta resulta obvia; es decir, los datos que existen de cada una de nuestras caras son millones, sin embargo, ¿qué significa que tu cara se convierta en datos? ¿Qué generan esos datos?
La tecnología de reconocimiento facial está presente de diversas formas consideradas triviales por quiénes la usaban desconocidamente, muchos hemos contribuido voluntariamente a generar datos que aún no tienen dueños; se encuentra también en espacios públicos.
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En 2017, el gigante tecnológico Apple anunció un nuevo sistema de reconocimiento facial en el iPhone X, en el momento más del 40% de los usuarios iOS afirmaron era poco probable el uso de esta herramienta para verificar sus pagos vía móvil, mientras el 74% dijo existía mayor probabilidad del uso de sensores de huellas dactilares.
Pese a esto, las ventas de los celulares inteligentes Apple que cuentan con esta característica no disminuyeron, mientras que los pagos a través de Apple Pay sí.
La biometría deja varado al ser humano en una batalla por su privacidad, así como tiene beneficios, también supone nuevos riesgos. ¿Valdrá la pena sacrificar el derecho a la intimidad para garantizar la vigilancia, seguridad y cumplimiento de la ley? Definitivamente es una pregunta que amerita detenerse a pensar. Las consecuencias podrían ser graves.
Cada uno de nosotros le ha abierto la puerta a este tipo de tecnología: Facebook sugiere y etiqueta automáticamente la cara del usuario junto a la de otras personas; Google también lo hace mediante Google Photos, mientras que Subaru la despliega para detectar distracciones al volante.
En 2020, Londres decidió desplegar cámaras con capacidad de reconocimiento facial, permitiendo rastrear en tiempo real los movimientos de una persona, al igual que otorgando más opciones al gobierno para restringir la actividad de los ciudadanos dentro de sus fronteras.
Actualmente, España piensa implementar la biometría con el objetivo de proteger a los pasajeros y al personal como prevención ante el contagio del covid-19.
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