Dando la bienvenida a más de 5 millones de pasajeros y 9,000 millones de dólares directamente a la economía cada año, Miami es la capital mundial de los cruceros.
A la vista del castigo sostenido que está padeciendo por parte del virus y de las autoridades sanitarias -esto último en opinión de los políticos republicanos protagonistas de la iniciativase está fraguando la llamada Ley de Reanudación Cuidadosa bajo Mejoras de Seguridad (CRUISE, en inglés), que revocaría la “Orden de no navegar” actual dada por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés).
“El cierre de la industria de cruceros está mal y está matando puestos de trabajo en Florida y en todo Estados Unidos”, es el lamento del trío republicano detrás del proyecto de ley.
La iniciativa requeriría que los CDC proporcionen una guía de mitigación de la covid-19 para que las líneas de cruceros reanuden sus viajes de manera segura y establece un grupo de trabajo que desarrollará recomendaciones para facilitar la reanudación de las operaciones de cruceros a más tardar el próximo 4 de julio.
Se considera injusto el que muchos sectores de la economía hayan estado operando de manera segura durante meses bajo las pautas del CDC, y que los floridanos y aquellos en todo el país que dependen de la industria de cruceros para trabajar, continúen esperando una guía actualizada del CDC.
El CDC interrumpió la navegación en puertos del país a partir del 14 de marzo de 2020 y ha prolongado la suspensión hasta el 1 de noviembre próximo. A principios de abril, el CDC actualizó las medidas que rigen por la pandemia para los cruceros desde puertos de EEUU, pero mantuvo la recomendación a la población de no embarcarse por placer. La reanudación está condicionada al cumplimiento de varias medidas sanitarias, incluida la vacunación. g
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