A casi una década de producción de energía eólica en RD: Más inversión y empleos

Por Karime Rivas | agosto 25, 2021

Las bondades de la naturaleza dotaron a República Dominicana de lugares ideales para la producción de energía renovable y de generación de empleos, pero darnos cuenta tomó tiempo. El reciente primer palazo de la empresa de energía renovable Poseidón, para la expansión de la segunda etapa del Parque Eólico Los Guzmancito, en Puerto Plata, nos hace rememorar los inicios de la generación de energía generada del viento en el territorio nacional.

Transcurría el 11 de octubre de 2011, y con el Parque Eólico Los Cocos, la República Dominicana pasó a formar parte del mapa eólico mundial.

Para esa época, el entonces presidente Leonel Fernández, aseguraba que la isla comenzaría un camino que, la llevaría a tener 5,4 por ciento de su matriz energética derivada del viento en 2013, y aunque esta estimación no fue alcanzada, el interés de inversionistas a la fecha nos indica que vamos bien.

La más reciente inversión en el Parque Eólico Los Guzmancito, contempla la construcción de 13 nuevas turbinas en adición a las 16 ya instaladas, con una inversión de 128 millones de dólares.

La inversión total en esta obra es de 258 millones de dólares de capital dominicano por parte del Grupo Energético 23 (GE23), y de capital extranjero por parte de STOA, el brazo de inversión en Energía Renovable e Infraestructura de la administradora de Fondos de Pensiones del gobierno francés.

La puesta en marcha de las nuevas turbinas ofrece nuevas esperanzas para el sector: duplicará la generación de energía limpia del parque y generará miles de empleos durante el año y medio del proceso de instalación.

La generación de empleos es una de las partes positivas de generar energía renovable, la otra, es que además de tener un menor impacto ambiental hace posible reducir la dependencia de los combustibles fósiles.

Con la instalación de parques eólicos, República Dominicana evita la emisión de más 300,000 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera y deja de importar unos 900,000 barriles de petróleo al año, lo cual resulta fundamental en el esfuerzo contra el cambio climático.

Décadas antes la producción de energía en territorio dominicano estaba sustentada fundamentalmente en derivados de petróleo (más o menos un 88 %), seguida de agua, por vía de hidroeléctricas (9 %) y el carbón (3 %).

Hoy día, gracias a los proyectos inaugurados a la fecha, la proporción de energías más amigables al ambiente es mayor. En 2016, en los primeros cinco años de generación eólica, el país había producido más de 1,000 millones de kilovatios hora de energía limpia con los parques eólicos Los Cocos y Larimar, de la Empresa Generadora de Electricidad Haina (EGE Haina).

En adición había logrado que el cuatro por ciento de toda su capacidad instalada de generación eléctrica fuera eólica, pero aún se trataba de una producción muy limitada con amplias posibilidades de crecimiento futuro.

Para ese tiempo, con sus parques eólicos Los Cocos y Larimar, EGE Haina se posicionaba como líder nacional en energía eólica y producía el 94% de la energía renovable no convencional del país. En cinco años, había evitado la emisión de 750,000 toneladas de CO2, y ahorrado al país la importación de 1.7 millones de barriles de petróleo.

EGE Haina opera en una alianza con el Gobierno, “siendo la principal empresa mixta público–privada de República Dominicana, con activos, inversión y contribución al Estado el cual recibe el 75% de las ganancias por la venta de energía eléctrica de esta empresa. La inversión para la instalación de los cuatro parques eólicos que opera suma US$400 millones y su actividad permite producir 590,000 megavatios hora al año.

La zona sur, la meca de la energía eólica

Desde el desarrollo de energía eólica en el territorio nacional, la zona sur se ha convertido en la principal para la generación de energía eólica y de ahí la instalación en esa parte de una serie de proyectos de alta importancia para el sistema eléctrico nacional, algunos entran en el círculo de los más grandes de las Antillas.

De nueve parques eólicos contados en el país, siete están ubicados en la región sur (y dos en el noroeste, específicamente en Monte Cristi).

Con la generación que aprovecha el viento figuran los parques eólicos Matafongo, ubicado en Peravia; Quilvio Cabrera (Barahona, Pedernales), Los Cocos I y II (Barahona, Pedernales) y Larimar I y II (ambos en Barahona). Los otros dos son Guanillo, en Monte Cristi, y Agua Clara, también en Monte Cristi.

Una fuente de empleos

El levantamiento de estructuras para la generación eléctrica de fuentes renovables generó, a junio del 2019, un total de 872 empleos directos en sus diferentes fases de desarrollo, que impactaron de manera positiva a profesionales, técnicos y personal de seguridad.

Los datos obtenidos en una investigación realizada por la dirección ejecutiva de la Comisión Nacional de Energía (CNE), buscaba determinar el impacto que han tenido las energías renovables y su incidencia en la generación de empleos directos.

Estos proyecto de energía renovable, resalta la investigación, tienen su pico de contratación de empleados durante la fase de desarrollo y construcción de la obra. Al mismo tiempo dinamizan el desarrollo económico de la zona de influencia.

Una mirada al sector a nivel internacional nos indica que los empleos en esta área son más cuantificables. En 2020, había aproximadamente 550.000 trabajadores de la energía eólica en China, 260.000 en Brasil, 115.000 en Estados Unidos y 63.000 en la India, según una encuesta global de GWEC Market Intelligence.

Alemania, China, Estados Unidos e India son los cuatros países que dominan el mercado de energía eólica.

La buena noticia es que estos números no quedan ahí, GWEC Market Intelligence prevé que se instalarán 470 GW adicionales de nueva capacidad eólica terrestre y marina en todo el mundo entre 2021 y 2025. Según los cálculos de creación de empleo existentes, este aumento en la nueva capacidad puede generar 3,3 millones de puestos de trabajo sostenibles y a largo plazo en el transcurso de los 25 años de vida del proyecto.

Facilidades para invertir en energia renovable en el país

Aerogeneradores o «molinos de viento» distribuidos logísticamente en suelo o agua generan electricidad a partir del movimiento de sus aspas. La energía eólica se favorece de la fuerza del viento mediante la función de estas estructuras de tamaño variable que transforman la energía cinética en energía mecánica.

Tres metros por segundo es la velocidad mínima para producir energía, si el viento está por debajo del punto inicial, que en algunas unidades son tres metros por segundo, en otras unidades son cuatro metros por segundo, entonces no produce, sino que la maquina solo gira y espera a que el viento suba para empezar a producir.

En República Dominicana, toda la energía que se produce es entregada al Sistema Eléctrico Nacional Interconectado, es decir, a la red de transmisión y desde ahí puede viajar a cualquier parte del país.

El costo de este tipo de proyectos depende mucho de la tecnología que se utilice. Sin embargo, la Ley de Incentivo a las Energías Renovables y Regímenes Especiales prevé un esquema de incentivos de hasta un 40% de exención fiscal, en los costos de importación e impuestos para la instalación de equipos, a fin de impulsar el desarrollo de proyectos de energía limpia.

Otra facilidad es que el Gobierno otorga cierto privilegio para que las energías provenientes de fuentes renovables, tanto híbrida como no convencional, sean despachadas primero que las derivadas de fósiles. (KD)

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