Alaska vs. Neymar

Por Karime Rivas | octubre 5, 2021

Trump intentó comprar, con clamoroso poco éxito, Groenlandia a los daneses, como si de un deal inmobiliario marca de la casa se tratara, pero la idea no resultaba tan peregrina, after all, ya que una operación similar cuajó, como la nieve que cubre el territorio en cuestión, hace más de siglo y medio. Y es que en los negocios pocas veces cruzan sus caminos el miope y el visionario; casi siempre se trata de una lucha entre lobos, un duelo de titanes, un combate de egos en las alturas…

pero, en contadas ocasiones, lo impensable sucede y de ello sale beneficiada la Historia con H mayúscula. De los grandes real estate deals de la historia cabe destacar la venta de Alaska, transacción que tal mes como el corriente, pero de hace 154 años, tuvo lugar entre dos superpotencias; la vendedora, en clara trayectoria decadente, el imperio Ruso, un gigante con pies de barro, y la compradora, los emergentes EEUU de América, imparables con su renovado sentido de mission & vision, tras saldar cuentas consigo misma en una cruenta guerra civil.

EL TAMAÑO importa

1.5 millones de km cuadrados rusos pasaron a manos de Estados Unidos. La operación salió por US$86 dólares por km cuadrado. En los primeros 50 años de propiedad los americanos ya habían ganado 100 veces más que su cifra de compra con los intercambios comerciales internacionales de telas chinas, hielo, té, oro, marfil de morsa, etc. Tal vez el precio pueda parecer bajo, pero aun así Seward, el funcionario artífice de la operación, tuvo que encajar muchas burlas; se criticó la compra de un territorio que se antojaba estéril. Con sentido del humor, algunos medios se refirieron a la “locura de Seward”, que habría invertido el dinero de los contribuyentes en comprar un “jardín para osos polares”.

La firma del tratado de cesión de Alaska el 30 de marzo de 1867. De izquierda a derecha: Robert S. Chew, William H. Seward, William Hunter, Vladímir Bodisco, Eduard de Stoeckl, Charles Sumner y Frederick W. Seward.

Neymar es más caro que Groenlandia

Volvamos a Alaska 2.o; transcendiendo las implicaciones políticas, si sólo se tratara de dinero, la venta hoy de Groenlandia se toparía con problemas de índole práctico como el precio. De estar en venta, ¿cuánto costaría? Habida

cuenta de que los EE. UU. compraron Alaska por apenas US$130 millones, si midiésemos solo por tamaño, 2,1 millones de km cuadraros, la isla costaría unos US$175 millones.

Estos precios serían más propios de un fichaje galáctico que de la adquisición de un territorio; en el caso de Neymar su fichaje le costó al PSG más de US$500 millones. Para ser justos, no solo es otra época, sino que en aquel entonces no se conocían los recursos naturales que tenía Alaska, por el contrario, hoy sí se sabe de las abundantes

reservas de petróleo o minerales que existen todavía si explotar. Por ello, sería más justo compararlo con la oferta que hizo el presidente Truman por la isla al acabar la II GM; ofreció 100 millones en oro, que serían US$1,400 millones de hoy. Una oferta más adecuada pero que aún parece quedarse corta.

PER

Según el Washington Post, si se cuantificase el precio de Groenlandia éste llegaría de hasta US$40,000 millones.

Llegan a esta conclusión suponiendo que su PER (ratio precio-beneficio) fuera el de la media de las empresas del S&P 500; 21.3. En la fórmula, el beneficio sería el PIB del año 2016, unos 2,700 millones de dólares.

Con ello estiman la cantidad total. Hay que tener en cuenta que esta cifra estaría inflada, debido a que una cuarta parte de la economía del país proviene de subvenciones de Dinamarca. Trump pensaba ofrecer a Dinamarca la posibilidad

de asumir el subsidio anual de 600 millones de dólares que paga a Groenlandia, así como a efectuarle «un gran pago» inmediato que no fue revelado en su día «para incentivar la transacción». Ni así pudo.

Tierra Verde…no blanca

Hay que tener otro factor en cuenta, el nombre de la región: ‘Tierra verde’. ¿Por qué un lugar inhabitable por el frío y la nieve se llama así? Pues porque cuando los vikingos desembarcaron allí por primera vez, había praderas verdes que se extendían hasta donde alcanzaba la vista; parece que el calentamiento global está haciendo que su nombre vuelva a cobrar sentido y con ello suba su cotización como “activo” día a día. Groenlandia se encuentra en primera línea de la fusión de los hielos árticos, una región que se recalienta al doble de velocidad que el resto del planeta; si desapareciera por completo, se dispararía el potencial de un territorio donde la mayoría de sus recursos son inaccesibles por las condiciones climáticas.

Así, sus reservas de petróleo y minerales que están inexploradas y sin explotar, más las enormes reservas de arena, que tienen una gran demanda para fabricar hormigón en todo el mundo, dotaría a la isla un precio final de US$1.7 trillones.

Ello sin contar el potencial de colonización urbanística ya que el calentamiento global puede hacer que gran parte del planeta sea inhabitable, lo que supondría desplazar a las poblaciones mundiales hacia el norte y sur a lugares como Groenlandia y la Antártida. Así, dado el fracaso a nivel mundial por controlar el cambio climático, Groenlandia podría resultar ser un El Dorado inmobiliario a escala planetaria.

Precedentes

Sucesivos presidentes de EE.UU., a buen seguro volverán a intentarlo, a medida que Rusia apuntala su supremacía en el Ártico gracias a sus rompehielos nucleares (Rusia está construyendo actualmente tres para ser entregados entre 2019-2021, a un coste de casi US$2,000 millones cada uno) con una navegación ártica durante todo el año prevista para 2030.

El reino escandinavo ya acordó en 1916 la venta por 25 millones de dólares de las Indias Occidentales Danesas, en las Antillas, convertidas en las Islas Vírgenes de EE. UU.

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