Para 2019, República Dominicana registró un total de 1,5 millones de emigrantes y, aunque durante el año de la pandemia las cifras se vieron afectadas debido al cierre de las fronteras para evitar la propagación del covid-19, los dominicanos no pierden la chispa de conocer cada rincón del planeta.
Actualmente, los dominicanos pueden visitar 68 países sin poseer una visa, solo un pasaporte válido con vigencia mínima de seis meses. Entre estos destinos, se encuentra Belice, un pequeño país de América Central con una superficie de apenas 22,966 kilómetros cuadrados, pero que esconde interesantes títulos y cultura.
Belice es el único país de la región con una monarquía constitucional parlamentaria: la reina Isabel II funge como jefa de Estado, siendo representada localmente por un gobernador general; tiene la menor población y densidad de América Central; es el único país de la región en el cual su idioma oficial (inglés) solo lo habla el 62,9% como secundario y 3% como lengua materna.
Es el segundo sistema de arrecife coralino más grande del mundo, allí se pueden encontrar corales blancos, verdes, rosados, rojos, violetas, e incluso negros. Gracias a la amplia diversidad de hábitats marinos, la UNESCO ha otorgado el estatus de Patrimonio de la Humanidad, pues cerca de este arrecife es posible encontrar más de 100 especies de coral.
Además, en el arrecife habita una interminable lista de especies: manatíes, tortugas, tiburón coralino, tiburón limón, 500 especies de peces. El país cuenta con instructores que le guiarán para explorar la Barrera.
Esta es una cueva vertical de 125 metros de profundidad y 300 metros de diámetro, siendo así la mayor formación natural de su tipo en todo el mundo. Se ubica a 100 kilómetros de costa de la Ciudad de Belice, al centro del arrecife Lighthouse.
Para buceadores es un destino ideal, al sumergirse pueden encontrar una impresionante diversidad de peces tropicales, tortugas y tiburones. Desde su descubrimiento, el agujero ha sido objeto de estudio para científicos, incluso Richard Branson, el mastermind detrás del éxito de Grupo Virgin, lo calificó como «espacio interior planetario» e impulsó una expedición.
Ubicado en medio de la Barrera de Arrecifes, hace decenas de miles de años este espacio era tierra firme hasta quedar sumergido con el aumento del nivel del mar.
Catalogada como la isla más grande de Belice, figura como uno de los principales destinos turísticos del pequeño país caribeño por su belleza y aproximación al Gran Agujero Azul. Ocupa una superficie total de 64 kilómetros cuadrados, con una playa que compite con las más paradisiacas de todo el Caribe.
Este cayo, junto a Caulker, forman parte del Sistema Arrecifal Mesoamericano. En esta isla será posible bucear, hacer snorkel, pescar, practicar deportes acuáticos (kayac, windsurf, parasailing, motos de agua), degustar platos típicos o simplemente disfrutar del sol y el viento.
Además, en la Reserva Marina de Hol Chan, ubicada en un punto medio entre ambas islas, se concentran barracudas, langostas, la morena verde y rayas águila, como también hermosas variedades de corales, esponjas y peces.
Al norte de Belice existe un yacimiento arqueológico maya cuyo nombre significa «Cocodrilo Sumergido» en idioma maya yucateco. Accesible vía carretera y lancha (desde Northern Highway), el principal atractivo es un complejo de ruinas y templos inmerso en un bosque tropical.
Los tres templos que conforman Lamanai son: el Templo del jaguar, el Castillo y el Templo de las Máscaras, decorados con arte precolombino y antiguas inscripciones. (pfm)
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