¿Llegó un punto de inflexión en tu carrera? Tenemos 4 consejos

Por [email protected] | agosto 28, 2022

Los puntos de inflexión, los «¿y ahora qué?» de la vida, surgen con frecuencia en nuestra trayectoria profesional y personal. Pueden parecer amenazantes, especialmente cuando nuestra identidad y autodirección son cuestionadas. Por eso, saber actuar cuando nos sentimos en ese cruce de direcciones es importante para avanzar y salir reforzados.

La investigación sugiere que las reacciones típicas varían desde evitar el problema retirándose o posponiéndolo, hasta giros instintivos o la búsqueda de soluciones rápidas. Examinar nuestra primera reacción al cambio desestabilizador nos invita a explorar las posibilidades que existen más allá de nuestro impulso inicial. Esto requiere la humildad para reconocer que incluso los más capacitados y talentosos entre nosotros pueden volverse inseguros, inquietos y reactivos cuando operan en un terreno desconocido.

Cuatro pasos pueden contrarrestar la respuesta a la amenaza y ayudarnos a ser más creativos frente a los «¿y ahora qué?».

1. Analizar lo ya vivido

Una práctica de autoconciencia y autorregulación rigurosas puede ayudar a prepararnos, haciéndonos sentir menos aterrorizados y con más control. Comience recordando la última vez que enfrentó inestabilidad. ¿Reaccionó emocionalmente? ¿Se apresuró a juzgar sin todos los hechos? El examen del comportamiento pasado puede ayudar a identificar dónde podría evitar riesgos en el futuro.

2. Buscar recursos

Los procesos que funcionan bien en tiempos estables a menudo se rompen en medio de la incertidumbre. Evaluar el nuevo panorama puede ayudarnos a desviar nuestra atención de la amenaza de lo desconocido hacia la indagación. Haga un inventario de los recursos disponibles: los emocionales, como el acceso a servicios terapéuticos o de entrenamiento; los materiales, como la financiación; o los recursos sociales a través de redes profesionales o personales. Su inventario puede llevar a cabo la acción o servir como impulso creativo.

3. Reorientar

Crear un espacio para el aprendizaje en un punto de disrupción puede ayudarnos a pasar de una mentalidad de resolución de problemas a una mentalidad de descubrimiento. Esto podría implicar registrar las observaciones en una pared de notas adhesivas o en una hoja de cálculo. Un examen audaz de los aspectos relevantes de las circunstancias emergentes puede ayudarnos a navegar en el nuevo terreno, conduciéndonos a respuestas más creativas y relevantes.

4. Encender una nueva perspectiva

En tiempos turbulentos, calmar las emociones y desarrollar una práctica de indagación y exploración nos ayuda a pasar del impulso a la resolución creativa de problemas. Tomarse tiempo para regular, obtener recursos y reorientar puede ayudarnos a formular nuevas formas de abordar la incertidumbre, teniendo en cuenta las oportunidades y los desafíos que existen en una situación dada. Esto también puede ayudar a encender una nueva perspectiva sobre quiénes somos en tiempos de cambio, cómo respondemos y cómo podemos trazar un nuevo rumbo, incluso cuando es incómodo.

La clave para navegar por lo desconocido es repensar nuestra relación con el cambio y reconocer que los momentos de «¿y ahora qué?» pueden ser una invitación a la indagación y la exploración, en lugar de una amenaza. Estos cuatro pasos pueden ayudarnos a ver los puntos de inflexión como oportunidades para reflexionar sobre nuestros compromisos, examinar nuestras prioridades y corregir el rumbo cuando sea necesario. Aprender a hacerlo es imperativo en tiempos de incertidumbre y cambio.

Artículo publicado en la edición de agosto de la revista Mercado

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