Apasionado por la lectura y nutrirse de las historias de grandes líderes que le son inspiración, así como de la interacción humana, especialmente con su padre y los grandes mentores que ha tenido, a quienes reconoce como su modelo a seguir, Armando Pichardo es una persona que vive con propósito y enemigo mortal de la complacencia.
Consciente de que somos un producto en constante transformación, Armando ha dedicado gran parte de su juventud a una robusta preparación académica: graduado valedictorian en Administración de Empresas de la Universidad Iberoamericana; maestría en Finanzas Corporativas de INTEC y formaciones en altas casas de estudio internacionales, como son Stanford Graduate School of Business y Kellogg Northwestern University (Executive MBA).
Ha ido construyendo una carrera de éxito dentro de la empresa más grandes y prominente en la industria de BPO mundialmente, Teleperformance.
Pichardo, entre los mercados de República Dominicana, Costa Rica, Honduras y Belice, lidera una organización de más de 7,000 colaboradores, de quienes expresa “son el combustible que da energía y propósito a su vida profesional, y la motivación de emprender cada día con un enfoque obsesivo en ser mejor persona, construir una mejor empresa y servir mejor a la sociedad”.
Luego de que una casualidad abriera las puertas a su carrera en el sector de BPO con apenas 22 años, Armando reconoce hoy como esa decisión marca un antes y un después en su trayectoria profesional y en su vida personal.
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Al ver atrás hacia sus inicios en la compañía en los primeros meses del 2013, expresa un orgullo inmenso de ser parte de la historia de crecimiento y éxito sostenido de Teleperformance en República Dominicana, superando hoy los 5,500 colaboradores y un portafolio sólido de clientes.
En la actualidad, Armando es uno de los COO más jóvenes de todo el Grupo Teleperformance. Su notable preparación académica, su ambición, perseverancia y enfoque “obsesivo” en ser mejor cada día (Number One Mentality), le han brindado la oportunidad de ser un líder de influencia.
Tanto en su organización, como un componente valioso en el camino de transformación y evolución de la compañía; así como para toda la industria de BPO, desde Teleperformance, reinventando el ecosistema operativo mediante la incorporación de alta tecnología para mejorar las interacciones humanas.
“Cuando tienes propósito por lo que haces; cuando disfrutas lo que haces, vives cada día en plenitud. La vida cobra sentido”.
Armando no solo desempeña un rol profesional desafiante, sino que también logra hacerlo en armonía con su vida personal, dedicando tiempo a su esposa, su familia, su mascota y actividades personales.
Durante sus primeros años en la empresa, nos cuenta cómo vivió una experiencia que desafió su capacidad de actuar ante el crecimiento acelerado de la organización. A sus 24 años, se enfrentó al reto de crecer un programa de 100 a 950 operadores con un plazo de acción corto. Sin un plan de contingencia, sin banca de talento lista; esta situación creó mucha inestabilidad, inconsistencia en el desempeño, alta rotación, además del riesgo de perder el programa y los cientos de empleos que lo componían.
Hoy, reconoce como circunstancias muy desafortunadas crearon la oportunidad perfecta para moldear quien es como líder, logrando los objetivos de negocio sin comprometer el bienestar de la gente y la sana cultura organizacional.
“Teleperformance ha sido una gran escuela; me regala cada día la oportunidad de influir de manera positiva en la vida de miles de jóvenes, su desarrollo y crecimiento profesional. Pero más importante aún, saber que a través de mi trabajo puedo contribuir a la sociedad y nuestra economía”.
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