Héroes sin capa

Por revistamercado | septiembre 14, 2020

[vc_row][vc_column width=»1/4″][vc_single_image image=»43241″ img_size=»full»][vc_single_image image=»43240″ img_size=»full»][/vc_column][vc_column width=»3/4″][vc_row_inner][vc_column_inner][vc_column_text]Ellos son héroes de este combate y están en la primera línea de fuego. Pero también muchos otros, cuyas labores son esenciales en los tiempos de la pandemia y a quienes la sociedad olvida. Por ejemplo, personal de apoyo de hospitales y clínicas, que deben responsabilizarse de los trabajos de desinfección continúa de espacios, superficies, ropas y utensilios que puedan ser receptores del insaciable virus. Igual lo son aquellos miembros de las fuerzas armadas que no podían refugiarse en sus casas con sus familias, sino que tuvieron que lanzarse a las calles a vigilar las ciudades mientras la población se aislaba, y que debían recorrer todo tipo de ambientes urbanos, sin saber si eran o no, fuente de contagios. Héroes, también, los conductores de ambulancias y de vehículos de transporte de personal médico, en contacto permanente con personas contagiadas.

Tampoco pudieron retirarse a sus refugios los empleados de supermercados que debían llenar los estantes rápidamente agotados, cuidando primero de la desinfección de las superficies destinadas a los alimentos. Igual para quienes en las farmacias tenían que atender la multiplicación de pedidos de medicinas y de elementos de protección sanitaria.[/vc_column_text][/vc_column_inner][/vc_row_inner][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»2/3″][vc_column_text]Héroes sin reconocimiento, los agricultores que no podían confinarse, porque de su trabajo dependía que las ciudades estuvieran abastecidos. Sin las facilidades urbanas de acceso a mascarillas y guantes y sin centros de urgencia cercanos, se enfrentaron a la incertidumbre de no saber en qué momento el enemigo atacaría pero con la certeza de que su labor no podía detenerse, porque su propio sustento estaba en juego. Otro deber, el de informar en los días en los que la información es más preciada que nunca, es el motor que ha empujado a otros héroes, los periodistas, que nunca detuvieron sus actividades. Hay más casos de trabajadores que debían atender diariamente a gran cantidad de personas que demandaban sus servicios. Son los encargados de atender a los clientes en las entidades financieras, que tampoco podían cerrar puertas, porque tienen una labor esencial para la vida diaria.

En los días más duros del confinamiento, con la gran mayoría de los habitantes de nuestras ciudades atrincherados en sus casas, fueron también héroes los empleados de restaurantes que debían preparar los alimentos, atendiendo una demanda multiplicada. Quienes tenían que salir a las calles porque su trabajo de servicios de mantenimiento lo exige y deben distribuir su día en visitas a clientes, sin saber si estos se cuidan o no, son héroes que también arriesgan su propia salud. Anónimos vigilantes de casas y edificios cerrados por la inactividad forzada y que tenían la enorme responsabilidad de custodiar bienes ajenos, forman parte, asimismo, de ese batallón de luchadores que sacrificaban su propio confort para que otros se protegieran.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/3″][vc_single_image image=»43243″ img_size=»full»][vc_single_image image=»43242″ img_size=»full»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Heroísmo que deja huella en sus colaboradores es de igual modo el de empresarios de todas las ramas de la actividad económica que soportaron el embate de la paralización, asumiendo en sus balances el costo de no engrosar las cifras de la destrucción de empleos.

Conociendo muy poco de un enemigo tan poderoso y sin más armas que sus mascarillas, han sido héroes del trabajo todos aquellos que tenían que acudir a sus oficinas o plantas de producción a cumplir con el deber de que las empresas que no estaban obligadas a cerrar pudieran continuar produciendo u ofreciendo sus servicios. En todos los países hay ejemplos de los luchadores que no se han rendido ante el covid-19. En Perú, se aprobó una ley que reconoce como “héroes de la patria” a los policías y soldados que fallecieron batallando contra el coronavirus. En México les llaman “héroes invisibles” a los trabajadores sanitarios que laboran junto a médicos y enfermeras en los hospitales. ”Héroes sin capa”, les dicen en Brasil a todos los que aportan su servicio al país sin esperar agradecimientos; “héroes de la salud”, les dicen en Chile. “los que contagian su solidaridad”, en Colombia; “héroes anónimos”, en Ecuador. “los que nos dan una mano”, en Uruguay. En fin: en todas partes, héroes de la pandemia.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Suscríbete a la revista y regístrate a nuestros newsletters para recibir el mejor contenido en tu buzón de entrada.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]