AÚN HOY MUCHOS laboratorios continúan apostando a vacunas basadas en diferentes tecnologías, un ejemplo de ello es Pasteur que ha estado apostando al desarrollo de una vacuna a partir de la del sarampión como su proyecto más importante en el que actuaba bajo la colaboración de la farmacéutica Merck.
Sin embargo, hoy anunció la farmacéutica el cese del desarrollo de la vacuna por tener un peor rendimiento del esperado. Recientemente el Instituto Francés ha dado un comunicado sobre el abandono de su candidato a vacuna contra el covid-19 que estaba más avanzado al demostrar en su fase clínica que no era lo suficientemente eficiente para proteger.
Esta vacuna utilizó una tecnología a partir de la desarrollada para el sarampión, pero su vocero expresó a la prensa, que sus resultados preliminares muestran que «las respuestas inmunitarias son inferiores a las de personas curadas de forma natural y a las observadas en otras vacunas ya autorizadas».
Este anuncio se produjo casi en paralelo a la de su principal rival en la industria, Sanofi, quién también reconoció que su vacuna era menos efectiva que las ya aprobadas, con peores resultados de lo previsto. Sin embargo, el laboratorio planea seguir con sus investigaciones, con una propuesta de vacuna de administración nasal, investigada junto al laboratorio TheraVectys, mientras que la segunda está basada en el ADN.
Este no es el fin del laboratorio en su participación dentro de la lucha contra el covid-19, el instituto Pasteur recordó que a lo largo de 2020 ha lanzado un centenar de programas destinados a la lucha contra la covid-19, en los que han participado más de 450 científicos, un cuarto del total distribuidos en 69 unidades, la mitad de sus recursos.