Expediente Sargazo (1/4): la raíz del problema

Por [email protected] | junio 13, 2022

Si ha tenido usted la fortuna de disfrutar recientemente de Punta Cana o de otros puntos de la costa dominicana, se habrá topado con un antipático bañista ocupando una superficie amplia de la playa. Un visitante incómodo, desagradable, llamado sargazo. Un alga que está centrando la atención y la conversación entre vecinos, turistas, hosteleros y autoridades en las últimas semanas.

La situación presenta diversas aristas, inconvenientes y oportunidades, que Revista Mercado analiza a fondo en este expediente de cuatro artículos. El primero pone el foco en la raíz del problema: ¿de qué se trata?

millones de toneladas de sargazo llegan a las costas de republica dominicana y el caribe

¿Qué es el sargazo?

El sargazo es un género de alga parda marrón o verde negruzca, en el que se incluyen alrededor de 150 especies. Su estructura está compuesta por tres partes; la raíz es conocida como rizoide, el tallo como estipe, y las hojas como láminas. Estas últimas contienen pequeñas bolas de gas, o vejigas de flotación, que les permiten mantenerse a flote y realizar la fotosíntesis.

Este tipo de alga tiene dos estilos de vida. Pueden encontrarse adheridas a arrecifes o rocas, o también flotando a la deriva y generando su propio ecosistema interno. En este segundo caso, llegan a crear manchas kilométricas que pueden alcanzar las costas, en este caso caribeñas.

¿Por qué inunda nuestras costas?

Desde hace miles de años, el sargazo habita una extensa zona tropical del océano Atlántico, conocida como Mar de los Sargazos. La llegada de estas algas a las costas es habitual, especialmente entre julio y septiembre, como producto de las corrientes marinas. Lo extraordinario es la enorme cantidad que, en los últimos años, se acumula en muchas orillas caribeñas.

El año en curso va camino de batir todos los registros. Durante el mes de abril se registraron 14 millones de toneladas de sargazo en el Caribe, más del doble de los 6.2 millones de toneladas de marzo. La cifra, ofrecida por la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad del Sur de la Florida, supera el récord de 12.6 millones de toneladas de agosto de 2018.

El cambio climático estás detrás de esta nueva realidad, que afecta especialmente a República Dominicana y el Caribe mexicano. Por un lado opera el calentamiento global, que aumenta la temperatura en el océano favoreciendo la reproducción masiva del sargazo. Esto provoca que cada vez haya un número mayor.

El aumento de la frecuencia de las corrientes llegadas del Sáhara es otro de los factores que inciden en la presencia masiva del sargazo en las costas del Caribe. Por otro lado, el uso de fertilizantes es un factor clave. Estos compuestos terminan en el mar y son un impulso más al crecimiento de la especie.

¿Cuáles son sus efectos negativos?

Pese a que el contacto directo con el alga no genera un perjuicio para la salud, la presencia masiva de sargazo en las costas supone un perjuicio desde diversos prismas:

  • Turístico: La presencia excesiva de esta macroalga afea el paisaje. El sargazo se agolpa en la orilla y provoca que las aguas cristalinas dejen de serlo. Además, el olor se torna desagradable y dificulta los paseos o actividades en la playa.
  • Económico: Una de las grandes fortalezas del turismo dominicano es la alta satisfacción del visitante. Esto genera el deseo de regresar, además de un efecto boca-oreja. La presencia masiva de sargazo puede afectar a esa experiencia del turista. Además, también puede tener consecuencias en las reservas, provocando que algunos potenciales visitantes elijan otros destinos.
  • Ambiental: El exceso de sargazo en una determinada zona puede provocar los siguientes daños en el ecosistema:
  1. Reducción de luz y oxígeno en el mar, con el posible resultado de destrucción de algunas especies.
  2. Concentraciones excesivas de fósforo o nitrógeno.
  3. Sobrealimentación de algunos peces o tortugas.
  4. Dificultad para que algunas tortugas marinas lleguen a la costa.
  5. Acidificación del agua. La consecuencia es que el volumen de algas sigue creciendo.

Breve evolución

La alta concentración de sargazo comenzó a ensombrecer las costas en el verano de 2011. Posteriormente, 2014, y 2015 registraron una llegada excesiva de este alga, aunque la cantidad se disparó en 2018, con cifras récord. El sargazo también tuvo un enorme impacto en 2021. Las últimas semanas de 2022 nos llevan a pensar que autoridades, empresas, turistas y vecinos deberán convivir de nuevo con esta especie en las costas. (Borja Santamaría)

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