La moneda sobre la ola

Por revistamercado | enero 15, 2020

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En 2019 coincidieron los cambios de políticas monetarias, apreciación del dólar y liberalización del encaje bancario. Una nueva realidad moldea el recién iniciado 2020.

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]En lo que va del siglo XXI, el 2019 es el año en el cual, al menos en el papel, el costo del dinero o la tasa de interés ha reportado su nivel más bajo. De igual manera, el 2019 es el único periodo de 12 meses mostrado entre los registros abiertos del Banco Central de la República Dominicana, en que los tres cambios que tuvieron lugar se llevaron a cabo para revisar la tasa de política monetaria hacia la baja.

La tasa de política monetaria no es un indicador común. Como dueños de su propia moneda, los dominicanos tienen la posibilidad de hacer frente de manera nominal a los desafíos internos y/o externos por medio de la administración del precio del dinero desde la manera más primaria, es decir, la tasa de interés objetivo para las operaciones interbancarias (overnight, a un día) que el Banco Central procura lograr mediante sus instrumentos, que son las líneas de crédito, los depósitos de distintos segmentos, los repos y las operaciones de mercado abierto, como los bonos.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]¿Qué es un repo? Una operación de recompra en la que una entidad financiera vende a un inversor un activo, con el compromiso de comprarlo en una fecha determinada, a un precio determinado. El Banco Central sorprendió a los mercados en agosto de 2018, al subir 25 puntos básicos al tipo de política monetaria, de 5.25 % a 5.50 %, bajo el alegato sensato de que había que cuidar los índices de precios al consumidor, o la inflación, aparte de la prima del dólar, cifra esencial para los negocios en una economía con altos componentes de importación.

Así, a niveles de 5.50 %, los mercados financieros encontraron la política monetaria en Año Nuevo de 2019, lo que se mantuvo durante el primer semestre. No obstante, de cara a la segunda mitad del año, el emisor monetario cambió la estrategia y se montó en una ola expansiva, diseñada para incentivar la inversión, las compras y el consumo.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/3″][vc_column_text]Aunque una tasa de política monetaria alta ayudaría a mantener el valor del patrimonio de los ahorrantes consistentes, pisar el acelerador de la inversión es rentable, puesto que el ánimo de comprar aumenta, lo que a su vez incrementa las probabilidades de emplear personas, situación que conduce a un mayor consumo familiar, la recaudación de más impuestos y se engrosan las cuentas de seguridad social.

Y así lo hicieron. La tasa de política monetaria cayó 50 puntos básicos desde el 5.50 % hasta el 5.00 % en julio de 2019, la mayor revisión a la baja del costo general del dinero en 10 años. ¿Qué pasaba en ese momento? La liberación de RD$5,000 millones del encaje bancario, con fines de que los empresarios construyan viviendas de bajo costo y de otros segmentos. Con la timidez de los agentes económicos para endeudarse, el mandato se amplió al que quiere comprar una vivienda de hasta ocho millones de pesos.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/3″][vc_column_text]La agresividad del Banco Central no se quedó allí. En agosto el emisor monetario recortó 25 puntos básicos más, para fijar la tasa de política monetaria en un 4.75 %, pero en septiembre fue aún más audaz en su desafío a las leyes monetaristas contra la inflación, para otorgar al mercado una tasa de 4.50 %. Justo a 4.50 % cerró el año, el más bajista del siglo, hasta ahora.

Los precios promedio de endeudarse en 2019

El promedio simple de la tasa de interés activa, es decir, la tasa que pagan quienes tienen préstamos de las entidades financieras, se movió 87 puntos básicos hacia abajo en gran parte de 2019, al pasar de 14.04 % en enero de 2019, hasta 13.17 % el 28 de noviembre.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/3″][vc_column_text]Es decir, el promedio de los préstamos de 0 a 90 días, de 91 a 180 días, de 181 a 360 días, de 361 días a 2 años, y de 2 a 5 años están respondiendo, en cuanto a su promedio simple, a la política monetaria. Sin embargo, no responde con la misma intensidad, porque si bien la tasa de política monetaria cayó un punto porcentual completo, o cien puntos básicos, el promedio simple se quedó corto.

Lo que ocurre es que la política monetaria no es el único componente de la tasa de interés. También priman la tasa de riesgo, además de la demanda de productos financieros, lo cual, como con cualquier otra mercancía, sube o baja el precio, de acuerdo con las leyes doradas del capitalismo.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]Entre los diferentes sectores, las empresas comerciales vieron incrementar sus tasas promedio desde el 11.73 % en enero, hasta el 12.52 % el 28 de noviembre, con una diferencia al alza de 79 puntos básicos. Mejor suerte corrieron los préstamos de consumo, que involucionaron desde el 18.69 % en enero, hacia los 16.45 % el 28 de noviembre, para un desplome de 2.24 puntos porcentuales.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_single_image image=»43466″ img_size=»large»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/3″][vc_column_text]Es interesante la diferencia del comportamiento del sector financiero en relación con dos segmentos espejo. Mientras la percepción de riesgo aumentó para financiar a las empresas comerciales, las entidades entendieron que el riesgo de prestarle sus clientes para que les compren a esas mismas empresas comerciales fue disminuido.

Así, parece que el individuo obtiene mayor confianza que las compañías. Los préstamos asociados a los activos inmobiliarios más diversos, tanto para su adquisición como para su desarrollo y/o construcción, varió hacia abajo desde el 11.29 % en enero, a 10.77 % el 28 de noviembre (2019). Los 52 puntos básicos recortados en promedio es un respiro para quienes procuran aumentar sus portafolios de propiedades.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/3″][vc_column_text]El financiamiento a corto se comportó de manera variada. Las tasas de interés promedio de 0 a 90 días aumentaron 1.2 puntos porcentuales, de 91 a 180 días cayeron un punto porcentual, pero de 181 a 360 días subieron 1.07 puntos porcentuales, entre enero y el 28 de noviembre de 2019. Con el largo plazo ocurre algo interesante. Para los préstamos desde 361 días a 2 años hay una caída de 1.6 puntos porcentuales en la tasa de interés, de 2 a 5 años el aumento es de 2.28 puntos porcentuales, y con los financiamientos de más de cinco años también hay un incremento que se posiciona en 58 puntos básicos, entre enero y el 28 de noviembre de 2019.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/3″][vc_column_text]Para 2020, el Banco Central tiene que tomar en cuenta la variable de la generación de divisas por la vía de un turismo en recuperación, la cotización frente al dólar de las monedas latinoamericanas más importantes y la incertidumbre natural que tiene lugar a partir de las actividades proselitistas asociadas al año electoral, donde el 16 de febrero se eligen alcaldes y regidores, mientras que el 17 de mayo se vota por el presidente, senadores y diputados.

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