La lucha contra la recesión

Por revistamercado | abril 24, 2020

ANTE LA CRISIS GLOBAL CAUSADA POR EL CORONAVIRUS, EL BANCO CENTRAL TIENE EN MARCHA PLANES DE CONTIGENCIA CON FINES DE EVITAR QUE LA PANDEMIA DEL CORONAVIRUS PERJUDIQUE EL FLUJO DE CAJA DE LAS EMPRESAS Y CONTAGIE A LAS ENTIDADES FINANCIERAS.

Con las medidas de flexibilización regulatoria, el Banco Central busca evitar que las moras postren al sector financiero.

Diversos sectores de la economía han sentido los embates de las medidas de distanciamiento social, cierre de fronteras y prohibición de aglomeraciones, con fines de desarticular la cadena de contagios de la COVID-19 (la enfermedad del coronavirus).

Por eso, el Banco Central anticipa que grupos completos de empresas dedicadas al turismo, la logística, el comercio internacional, el comercio de bienes considerados como no básicos, el expendio de comida y establecimientos dedicados al entretenimiento tienen probabilidades reales de fallar en el pago de sus créditos y distintos compromisos financieros, lo que le lleva a tomar medidas de tratamiento regulatorio que les permita a las entidades financieras ser más flexibles con sus deudores.

“La Junta Monetaria aprobó una serie de medidas que implican un tratamiento regulatorio especial al sistema financiero mientras perdure la incertidumbre global, asociada a los efectos del coronavirus. Dicho tratamiento especial permitiría reajustar el cronograma de pagos de los deudores bancarios en caso de que fuese necesario, sin que se deriven por esta acción costos regulatorios adicionales. Con estas medidas se busca evitar un posible deterioro de la cartera de crédito a causa del impacto del COVID-19 en el desempeño de algunas actividades productivas”, dijo Héctor Valdez Albizu, gobernador del Banco Central, el 18 de marzo, en una rueda de prensa que ya el presidente Danilo Medina había anunciado la noche anterior.

Regulador flexible

En primer lugar, la Junta Monetaria autorizó a las entidades financieras a congelar las calificaciones y provisiones de los deudores al nivel en que se encuentran al momento de la aprobación de esta medida, es decir, el 17 de marzo. Con esto, alivia la carga de los sectores más afectados por la pandemia, al menos en lo que tiene que ver con sus perfiles crediticios y de riesgo, lo que no les altera el historial de cara a otros servicios financieros cuando pase la crisis.

En segundo lugar, la autoridad monetaria autorizó a que las reestructuraciones de créditos que impliquen modificación en las condiciones de pago, tasa de interés, plazos y cuotas, entre otros, puedan mantener la misma calificación de riesgo del deudor al momento de ser reestructurado. En otras palabras, esto quiere decir que no se le reduciría la calificación crediticia al deudor por problemas originados en atrasos de pagos producto de la situación actual.

En ese sentido, hay una tercera medida, autorizar a que sean considerados como “no vencidos” aquellos préstamos desembolsados contra líneas de crédito por un período de 60 días. Esta decisión comprende una dispensa del pago del capital del préstamo en ese período, beneficiando el flujo de caja del deudor, pero también es ventajosa para las entidades financieras, que no tienen que hacer uso de sus provisiones para compensar las moras, lo que mantiene intacto el índice de solvencia.

Además, en cuarto lugar, el Banco Central decidió extender por 90 días (a partir del 17 de marzo) el plazo otorgado al deudor para la actualización de garantías correspondientes a las tasaciones. Esta medida brindará una mayor flexibilidad al deudor que dispondrá de más tiempo para cumplir con el requisito de actualizar su garantía, de igual forma, los activos puestos en garantías para préstamos no disminuirán su valor contable en este lapso de tiempo, pese al impacto negativo que el COVID-19 pudiera tener en dicho valor.

“Es importante destacar que esta situación adversa encuentra a la economía dominicana con fuertes fundamentos macroeconómicos, reflejados en un crecimiento en torno al potencial, inflación baja y estable, un crédito al sector privado dinámico y altos niveles de reservas internacionales, otorgándole al país una mayor capacidad de reacción para enfrentar los retos derivados de los efectos económicos del COVID-19”, expresó el gobernador.

El precio del dinero

Conforme a lo que han hecho los bancos centrales en países de cuatro continentes, el Central busca inyectar con esteroides a una economía alicaída las reducciones más drásticas que han experimentado el paquete de tasas de interés correspondiente a la política monetaria.

En ese aspecto, la tasa de política monetaria (TPM) baja 100 puntos básicos, de 4.50 % a 3.50 % anual, con el objetivo de incentivar una baja generalizada de las tasas de interés en el sistema financiero. De igual forma y con la finalidad de proveer liquidez a un costo bajo a las entidades financieras, se aprobó una disminución de 150 puntos básicos en la tasa de interés de la facilidad permanente de expansión de liquidez (repos a un día, la venta de renta fija), pasando de 6.00 % a 4.50 % anual.

Adicionalmente, se decidió reducir la tasa de interés de depósitos remunerados de corto plazo en el Banco Central (Overnight, cuando las entidades financieras se prestan dinero entre ellas),de 3 % a 2.50 % anual. Esta medida contribuye a reducir la tasa de interés interbancaria y, por lo tanto, disminuye el costo de fondeo de las entidades financieras.

Más circulante en la calle

En adición a los recortes de tasas de interés, se adoptaron una serie de medidas de provisión de liquidez, tanto en moneda nacional como en moneda extranjera, con el objetivo de poner a disposición de las entidades financieras una gran cantidad de recursos de manera tal que se pueda atender de forma efectiva la demanda de crédito de los sectores productivos y de los gares. Específicamente, en moneda nacional, el BC puso a disposición de las entidades financieras liquidez por más de RD$52,000 millones, a través de un paquete de iniciativas.

1. La Junta Monetaria flexibilizó los requisitos de cobertura del encaje legal en moneda nacional de las entidades financieras, reconociendo los títulos del Banco Central y del Ministerio de Hacienda como cobertura válida por un monto de hasta RD$22,321 millones, lo que representa 2 puntos porcentuales del coeficiente de encaje legal. De ese monto, RD$10,000 millones serán destinados a préstamos a los hogares y a las micro, pequeñas y medianas empresas y al sector comercio, mientras que el resto de los fondos, unos RD$12,321 millones serán canalizados a los sectores productivos, principalmente al turismo y al sector exportador, a tasas de interés en todos los casos no mayores de 8 % anual.

Es importante destacar que los nuevos préstamos que otorguen las entidades financieras con estos recursos serán clasificados como categoría de riesgo A.

2. Segundo, el Banco Central habilitó la ventanilla de provisión de liquidez a las entidades financieras a través del mecanismo de repos hasta 90 días por un monto de hasta RD$30,000 millones, utilizando como garantía títulos del Banco Central y del Ministerio de Hacienda. Esta facilidad estaría a disposición de las entidades financieras con tasas de interés de 4.75 % para repos de hasta 30 días y de 5 % para repos entre 31 y 90 días. Estas facilidades podrían renovarse mientras persistan las condiciones de incertidumbre que originaron la medida.

En cuanto a la provisión de liquidez en moneda extranjera, aprobaron inyectar US$500 millones por dos vías: hasta US$300 millones a través de operaciones de repos de 90 días, utilizando como garantía títulos del Ministerio de Hacienda, y US$222 millones por medio de flexibilizar temporalmente los requisitos de cobertura del encaje legal en moneda extranjera de los bancos múltiples.

El turismo y la logística están entre los sectores más afectados por las medidas de distanciamiento social y el cierre de las fronteras por mar, tierra y aire.

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