Ante las aglomeraciones habituales que trae consigo la época de festividades como Black Friday, Acción de Gracias, Navidad y Año Nuevo, líderes de las más grandes economías se angustian por el posible repunte de casos positivos de coronavirus. Pues, en dado caso, estarían obligados a cerrar su economía una vez más para proteger a su sociedad.
El gobierno de Joe Biden anunció recientemente que las empresas privadas con más de 100 empleados deberán garantizar a partir del 4 de enero, que sus trabajadores estén vacunados contra el covid-19. En caso de no querer vacunarse, estos deberán someterse a pruebas semanales y llevar mascarilla todo el tiempo.
Esta es apenas una de las medidas más significativas que ha tomado la primera potencia mundial. Biden busca mantener su país abierto –aplicando las restricciones que hasta el momento han funcionado–, cerrar las puertas de Estados Unidos sería, en pocas palabras, un caos total para economías en desarrollo que dependen a gran escala del status norteamericano.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) reportó en su informe «Impacto del COVID-19 en la economía de los Estados Unidos y respuestas de política» de Agosto 2020 que las proyecciones medianas de la Reserva Federal indican que en ese mismo año se registrará una disminución del 6,5% del PIB estadounidense.
«La pandemia vino a interrumpir más de una década de crecimiento económico, en la que (…) fue la expansión más larga jamás registrada en Estados Unidos»
Por otro lado, el empleo también colapsó. Para inicio de diciembre del año pasado se registraron al menos 10 millones de empleos perdidos y, aunque el sector va en vía de recuperación, debe restablecerse y reinventarse ante una cifras de magnitud sin precedentes.
En la actualidad, si se cumple el pronóstico de la Reserva Federal, la economía estadounidense tendría su crecimiento más alto desde 1984 (5,9%).
Sobre la nueva medida impuesta por Biden, funcionarios de la Casa Blanca dijeron que a partir de dicha fecha las inspecciones laborales incluirán controles sobre la orden de vacunación, con sanciones de US$ 13,653 por violación.
Una segunda medida que también entrará en vigor el 4 de enero es la obligatoriedad de vacunación para todos los trabajadores de los centros médicos que participan en los programas públicos Medicare o Medicaid.
Justo al medio de una transición histórica, en la cual Angela Merkel se despide como canciller para ceder el ‘trono’ a Olaf Scholz, Alemania se enfrenta ante el máximo diario de contagios desde inicios de la pandemia.
Las autoridades sanitarias alemanas verificaron 33,949 nuevos contagios en 24 horas, el máximo diario desde el comienzo de la pandemia, según datos del Instituto Robert Koch (RKI) de virología actualizados a la madrugada del 04 de noviembre.
El anterior récord de nuevos contagios se había registrado el pasado 18 de diciembre en plena segunda ola de la pandemia, con 33.777 nuevas infecciones en un día, 172 menos que las cifras dadas a conocer.
Jens Spahn, ministro de Sanidad, insiste en dosis de refuerzo
Por esta situación y, con una preocupación similar al gobierno de los Estados Unidos, Alemania contempla volver a imponer restricciones a la vida pública. La cuarta ola de contagios ha significado una sobrecarga en las unidades de cuidados intensivos junto a un aumento de fallecidos, lo cual golpea con fuerza a la economía alemana. «La situación es realmente mala en algunos hospitales», indica el portavoz de Merkel.
Algunos estados ya están tomando medidas como la re-introducción temporal de las mascarillas en los colegios; la canciller también anuncia a través de su portavoz que si la situación hospitalaria empeora, se impondrá la regla 2G: solo los vacunados o recuperados del covid-19 podrán acceder al interior de locales de hostelería o comercios.
Una población no vacunada contra el covid-19 es un reto, especialmente cuando se acercan estas épocas características de acciones que, sin el cuidado necesario, significarían una nueva ola de contagios.
«El que no conoce su historia está condenado a repetirla»
«El que no conoce su historia está condenado a repetirla» y si el mundo no se informa correctamente sobre los acontecimientos recientes de la pandemia ni toma acciones diferentes a las que no han funcionado, estará sujeto a vivir siempre las mismas circunstancias. Por ello la importancia de discernir en la web los contenidos verídicos de organizaciones verificadas u oficiales. (pfm)
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