¿Se ha recuperado la economía dominicana? Líderes opinan

Por pferreras | noviembre 12, 2021

Durante enero-septiembre, según informa Héctor Valdez Albizu, presidente del Banco Central de la República Dominicana (BCRD), los números del Producto Interno Bruto (PIB) del país afirmaron un crecimiento de un 12,7% con respecto al mismo periodo del año anterior. De este modo, el desempeño de los primeros nueve meses de 2021 afianza la proyección del BCRD de que se logrará una expansión de dos dígitos para finalizar el año.

La economía dominicana en 2019 iba en camino a cumplir la meta de alcanzar el status de alto ingreso para 2030, hasta que impactó el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, provocando una aguda contracción en todos los sectores críticos: turismo, construcción, minería, hostelería, entre otros.

La pandemia de covid-19 empujó a la RD a su primera recesión en casi 17 años. Para el último cuatrimestre de 2020, se perdieron desde marzo casi 200,000 puestos de trabajo, según ha informado el Banco Mundial.

Sin embargo, pese a lo que puedan mostrar o significar las cifras, los líderes de cada uno de los sectores son los capaces de asentir o disentir en torno a estas conclusiones del BCRD, pues ellos viven a primera mano los cambios constantes y el efecto que ha tenido su industria gracias a la crisis sanitaria.

Circe Almánzar

Como vicepresidenta ejecutiva de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), Almánzar recalca la rapidez con la que la economía dominicana ha lograda recuperarse, pese a las amenazas que sufren diversos mercados internacionales.

«La percepción que hay internacionalmente es de que nuestro país va muy bien. De hecho, nosotros proyectamos una inversión de RD$ 70,000 millones, solamente en el sector industrial, para la compra de maquinarias y equipos modernos, con los que esperamos generar más de 3,000 empleos directos, solo en el 2022″.

Además, las empresas de industria local han retomando su producción para suplir la demanda en el país, esto como consecuencia de la interrupción en la cadena de suministro que, a su vez, ralentiza el abastecimiento de materia prima desde China.

José Manuel Torres

«Si hay algo positivo de todo esto es que los países que estamos cerca del principal consumidor del mundo, vamos a aumentar nuestro valor porque estamos cerca del gran comprador, que es Estados Unidos, por lo que todo este proceso de nearshore, beneficia al país», declara Torres.

Torres actualmente ocupa el cargo de vicepresidente ejecutivo de la Asociación Dominicana de Zonas Francas (Adozona) y, basado en sus declaraciones, su industria se ha recuperado del impacto negativo de la pandemia, mientras que también ha presentado números positivos.

Al hablar sobre la recuperación de empleos, recalca que existen 10,000 posiciones más que en febrero de 2020, un mes antes de que iniciara la crisis sanitaria; en cuanto a las exportaciones, espera entusiásticamente rebasar la barrera de los US$ 7,000 millones.

Por el momento, el sector se mantiene en una buena racha. RD ha recibido nuevas inversiones y ha creado más puestos de trabajo, así que no hay porqué preocuparse en temas de competitividad con otros países una vez el repunte de los precios de las materias primas y la crisis de la cadena de suministro pase.

Revista Mercado en su edición de junio 2021, dedicó su portada a la industria de las Zonas Francas y su imparable desarrollo en la República Dominicana como «El pálpito de la economía».

Luis Miura

En términos de empleos y producción de las empresas medianas, pequeñas y micro, la recuperación ha superado hasta un 80%, según afirma Luis Miura, presidente de la Confederación Dominicana de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Codopyme).

Miura añade cómo la crisis del comercio internacional marítimo ha disparado la producción local de productos que se encarguen de suplir la demanda nacional: «Algo que ha convenido es que al no tener importaciones recurrentes desde China y otros países, están demandando una serie de productos como ropas y artículos, lo que ha activado una serie de micro y pequeñas empresas que habían estado cerradas, incluso antes de la pandemia, lo que está moviendo la economía local de esos barrios y comunidades donde se encuentran esas pequeñas fábricas».

De igual forma, el sector debe enfrentarse a la alta informalidad de los negocios careciendo las herramientas necesarias para revertirlo. (pfm)

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