¡Que no te vean la cara de tonto! Técnicas para identificar estafas financieras

Por pferreras | octubre 18, 2019

Por: Carlos Arturo Guisarre

@cguisarre

La más común de las estafas financieras es el esquema piramidal o Ponzi, en honor a Carlos Ponzi, un italo-estadounidense que en los años 1920 engañaba a sus víctimas de una manera muy particular.

Carlitos el bambino convencía a quienes combinaban avaricia y estupidez de que si invierte en sus “instrumentos” le devolvería una mayor cantidad de dinero, y más rápido, que las entidades financieras tradicionales y reguladas.

Los primeros que “invierten” reciben su dinero con los intereses prometidos. Entonces allí comienza a difundirse la voz de la nueva fórmula mágica para ser rico, lo que emociona a los que tienen mucho de ambiciosos y poco de matemáticos.

El estafador piramidal sabe muy bien cuando retirarse. Justo al momento en el que ya han caído suficientes tontos, perdón, víctimas, el bambino se desaparecía sin dejar rastros, dejando a sus “inversionistas” enganchados, furiosos y con las manos en la cabeza.

De ningún modo quisiera que nunca te pase esto a ti ni a ninguno de los tuyos. Sé que eres inteligente, pero quizás a tu alrededor haya personas vulnerables de caer o que ya han sido engañados por vivos que quieren lujos a costa del esfuerzo de otros. A ellos les puedes dar estos cinco consejos para que eviten caer en las redes de Ponzi.

  1. Entidades reguladas.

Los Estados, como el dominicano, tienen supervisores financieros. Por ejemplo, la Superintendencia de Bancos mira sobre los ojos de los bancos y la Superintendencia del Mercado de Valores vigila día a día (según su ley) a puestos de bolsa, fondos de inversión, entre otros.

Nadie que trabaje con dinero ajeno anda por la libre haciendo lo que quiera, tiene que rendir cuentas y dejarse supervisar por organismos estatales. No hagan negocios, inversiones, ahorros, o lo que sea, con personas o empresas que no estén reguladas, puesto que nadie les puede asegurar que están haciendo las cosas bien y no hay luego a quién reclamarle.

  1. Rechaza el misterio.

Después de la confianza, la transparencia es el mandatorio de mayor relevancia para las altas finanzas. ¿De dónde sale el dinero con el que invierten? ¿En qué invierten? ¿Quiénes son los principales cabecillas del puesto de china? Si esas respuestas se envuelven en misterio, sal corriendo.

  1. Demasiado bueno para ser cierto.

La banca paga quizás un 6 % anual, el fondo de inversión paga un 12 %, pero Pepito el del barrio para un 25 %. ¿No crees que hay algo extraño? No dejes de que tus ansias de ganar dinero te dominen, en finanzas como en la vida, las cosas buenas cuestan tiempo, dinero, energía e intelecto.

  1. La regla de los 30 segundos.

No solo aplica para el Ponzi, sino para cualquier tipo de negocio. Un plan empresarial debe ser explicado en 30 segundos. Imagina un sector complicado como el seguro, se explica fácil:

Los usuarios compran una póliza por una fracción microscópica de las pérdidas que quieren cubrir, el asegurador anticipa que solo a una mínima parte de sus usuarios habrá que cubrirle las pérdidas, por lo que el resto de las pólizas pasa a ser ganancia y reservas para invertir, lo que trae más ganancias.

Toma poco tiempo explicarlo, porque el seguro es un negocio legítimo. ¿Me puedes explicar en 30 segundos lo que te han propuesto últimamente?

  1. La prueba del tiempo.

No es casual que las entidades financieras comuniquen con énfasis que tienen tiempo en el mercado. Dijo Abraham Lincoln que puedes engañar a todos por algún tiempo o a algunos todo el tiempo, pero que no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo.

Si Pepito el del barrio no está regulado, se cubre de misterio, te ofrece el cielo, te da clases de física nuclear cuando explica su negocio y encima empezó ayer, caes en la red porque quieres.

No te dejes engañar y feliz fin de semana.