Puede resultar desmoralizante tener las ganas y la ambición de avanzar en tu carrera, pero que tu jefe no esté interesado en tu desarrollo profesional. Si te sientes subutilizado y subestimado, recuerda esto: tu carrera es tuya (y solo tuya), eres tú el que debes definirla y navegarla. Es esencial que conozcas tu valor, incluso cuando este no se refleja en el día a día.
Si bien nuestros gerentes deben ser defensores de nuestro avance, ese no es siempre el caso. Ante una situación indeseada, estos cuatro enfoques pueden ayudarte a avanzar sin el apoyo de su empleador:
No son las acciones (o inacciones) de tu jefe las que son fundamentales para su avance; las claves del éxito son tu mentalidad y tus acciones. Lo que realmente importa es cómo decides responder a una situación, y lo que haces a continuación.
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Adopta una mentalidad positiva: esta es una elección proactiva que puede tomar sin importar las circunstancias. Continúa dando tu mejor versión, esfuérzate por superar las expectativas, mantén abiertas las líneas de comunicación y ejerce el rol de miembro positivo del equipo.
Al mismo tiempo, manténte enfocado en tus objetivos profesionales y tus próximos pasos.
Crear un conjunto de compromisos personales te permite ser intencional e impactante al establecer tus metas y planificar los próximos pasos de tu carrera. Para ello, reflexiona sobre los próximos 12 meses. Hazte preguntas como:
A continuación, mira tus respuestas y asigna un elemento de acción inmediata a cada una. Luego, decide en qué trabajarás primero. Usa tus respuestas para crear un mapa de carrera que se alinee con tus objetivos y te ponga en el asiento del conductor.
Hay numerosas partes interesadas que afectan a tu forma de trabajar. Elabora una lista de las personas que son importantes para tu carrera, además de tu jefe. Esta lista puede incluir a tus compañeros, subordinados directos si los tienes y líderes sénior. Explora cómo puedes continuar cultivando relaciones con estas personas.
Crear esta lista y tomar acciones positivas basadas en ella te ayudará a recordar que tu carrera no comienza y termina con una relación dinámica. Ten presente que, incluso si tu gerente directo no está invirtiendo en tu crecimiento profesional, habrá otras personas que pueden impactar en tu desarrollo.
Sigue cultivando y explorando opciones, ideas, oportunidades, conversaciones y conexiones que puedan ayudar a establecer la base para tus próximas acciones.
Después de haber elaborado tu lista de «personas que importan» piensa en cualquier brecha en tu red. Los roles más importantes a considerar son los mentores y patrocinadores.
¿Tienes un mentor actualmente? Si la respuesta es que no, comprométete a identificar más de uno.
¿Hay alguna persona en tu empresa que pueda ser tu patrocinador? Si tu jefe no puede cumplir con ese rol, considera quién podría convertirse en tu mejor defensor.
No permitas que un gerente indiferente descarrile tu ambición, tus valores profesionales o tus objetivos. Alinea tus acciones con tu ambición. Si sabes que puedes hacerlo mejor, comprométete a apuntar más alto.
De Harvard Business Review, por Octavia Goredema
(Octavia Goredema es instructora profesional y autora de «Prep, Push, Pivot: Essential Career Strategies for Underrepresented Women»)
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