Usa esta estrategia para recuperarte de tu próximo error

Por [email protected] | marzo 13, 2024

Imagina que estás en la banda de un campo de entrenamiento en California. Es la primavera de 2019 y la selección femenina de fútbol de Estados Unidos se prepara para el próximo Mundial. Mientras estrellas como Carli Lloyd, Megan Rapinoe, Alex Morgan y Julie Ertz se entrenan, a veces cometen errores. Cuando lo hacen, se les oye gritar una frase peculiar: «¡Mételo en la caja negra!».

¿Qué está sucediendo? Practican una habilidad fundamental: compartimentar sus errores. «Ponedlo en la caja negra» tiene que ver con la fortaleza mental o la capacidad de controlar su respuesta de huida o lucha después de cometer un error a mitad de un ejercicio o juego.

Ante un error, dos opciones

A todos nos ha pasado: la pregunta en la gran reunión que valientemente nos esforzamos para responder, sólo para darnos cuenta de que no lo hemos logrado; la presentación en la que trabajamos durante horas, que de repente no se carga. Cuando suceden estos momentos, de repente nos encontramos en una bifurcación crítica en el camino.

Opción 1: Permitimos que la lucha o la huida tomen el control. Nuestro ritmo cardíaco y respiratorio aumentan. Nuestros sentidos se vuelven más agudos. Lo más grave es que nuestras habilidades avanzadas de resolución de problemas, juicio y toma de decisiones se ven afectadas.

Opción 2: Respiramos profundamente y redirigimos nuestra atención a la tarea que tenemos entre manos.

Intelectualmente sabemos que lo mejor es dejar el tema de lado y volver a la misión. Pero es mucho más fácil decirlo que hacerlo. Ahí es donde entra en juego la “caja negra”.

¿Qué es la caja negra como estrategia ante un error?

Cuando sientas que la huida o la lucha se apoderan de ti, haz una pausa e imagina una caja negra. Respira hondo y visualízate poniendo en esa caja negra lo que sea que te haya desviado del camino. Literalmente, míralo entrar en la caja. Si estás con compañeros de equipo, diles que lo pongan en la caja negra.

Luego, redirige intencionalmente tu atención a la tarea en cuestión.

Dicho esto, la mayoría de las personas no pueden darse el lujo de cometer y recuperarse de numerosos errores de alto perfil. Entonces, para ser bueno en la caja negra, pruébala con los pequeños errores de la vida.

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Practicar la compartimentación cuando suceden cosas pequeñas te ayudará a garantizar que la habilidad está disponible cuando surjan contratiempos más importantes.

La caja negra es genial, pero es sólo la mitad de una solución. Después del evento, una vez que el polvo y las emociones se hayan asentado, hay que desembalar la caja. Reconoce cualquier emoción que los errores te hayan causado en ese momento, luego déjalas a un lado y sigue un proceso metódico para evaluar lo que sucedió desde una perspectiva más objetiva.

Esto puede ser sólo o con compañeros de equipo. Pregúntate:

  • ¿Qué pasó y por qué?
  • ¿Qué puedo aprender de esto?
  • ¿Cómo lo aplicaré para modificar mi proceso?

¿Cómo lo hace Erik Spoelstra, dos veces campeón de la NBA?

Como ejemplo, consideremos la práctica de Erik Spoelstra, entrenador de los Miami Heat y dos veces campeón de la NBA. El técnico lleva a cabo este tipo de “revisiones posteriores a la acción” con su equipo después de partidos importantes, y a veces espera un par de días antes de tener la reunión.

Esto da tiempo para que las emociones asociadas con la actuación disminuyan, y ayuda a todos a revisar los eventos con una perspectiva más clara.

Puedes utilizar la misma estrategia para analizar y aprender de tus errores en el trabajo.

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De Harvard Business Review, por Eric Potterat y Alan Eagle

(Eric Potterat, Ph.D., es psicólogo clínico y del rendimiento. Alan Eagle es consultor de comunicaciones ejecutivas)

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