¿Fin de semana de 3 días? No es un sueño

Por [email protected] | mayo 25, 2022

El tiempo. Un tesoro adorado por los que no disponen de él. Tiempo para estar con la familia, para disfrutar de una tarde al aire libre, para leer, para viajar. Tiempo para desconectar del estrés laboral. El combate por el tiempo libre está servido, con la jornada laboral al otro lado del ring. Las semanas de 4 días de trabajo están sobre la mesa, y son cada vez más los países y empresas que comienzan a probarlas, con sus pros y sus contras. Los fines de semana de 3 días ya no son un sueño.

Ventajas

  • Aumenta la productividad: Es la clave del debate. ¿Cómo producir lo mismo trabajando menos días? Los defensores de la jornada de 4 días se agarran a una mejor de la productividad. La motivación, la concentración y el bienestar están directamente relacionados con la productividad. En este sentido, un estudio de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda) apunta a una reducción del nivel de estrés del 45% al 38% en trabajadores que disfrutan de jornadas de 4 días. Además, su valoración de su equilibrio entre trabajo y vida creció casi 20 puntos, hasta un 78%. Otro punto en la dirección del crecimiento de la productividad es que el trabajador dispone de más tiempo para seguir formándose.
  • Reducción de bajas: Ese descenso del estrés y el aumento de la satisfacción personal se traduce, además, en una mejora de la salud. Se reducen las bajas y los accidentes.
  • Mejora la conciliación: Los trabajadores disponen de un día libre más y, por tanto, de más tiempo para dedicar a cuestiones familiares, personales, de salud física o mental, a gestiones de todo tipo… En definitiva, pueden organizar mejor su vida.
  • Herramienta para atraer talento: Las empresas o países con jornadas de cuatro días tendrían en su mano un reclamo muy atractivo para atraer trabajadores talentosos. Arabia Saudí, por ejemplo, ha implantado esta estrategia.
  • ¿Aumenta el consumo?: La teoría esgrimida por los defensores de la jornada de cuatro días también apunta a que permitiría que los trabajadores tuviesen más tiempo para consumir. Y por tanto, la economía se terminaría beneficiando.

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Desventajas

  • Costes empresariales: Las empresas deberían adaptar sus estructuras y funcionamientos a esta nueva realidad. Además, está el temor de pagar el mismo salario a un trabajador por menos horas de trabajo. De nuevo, la productividad tiene la llave, aunque lanzarse a la piscina sin pruebas de que hay agua no es sencillo en los tiempos que corren.
  • La competencia: Otra de las grandes reticencias de muchas empresas para implantar una semana de 4 días es que la competencia trabaje un día más. Especialmente en sectores de cara al público, dificulta el proceso.
  • Menos tiempo para la genialidad: «Que la inspiración te encuentre trabajando», decía Pablo Picasso. En muchos trabajos, por ejemplo los que tienen una vertiente creativa, es importante estar activo, ya que las ideas pueden surgir en cualquier momento. «El mejor trabajo de tu vida ocurre durante estos micromomentos», afirma Humphrey Ho, director gerente de EE. UU. en la agencia de publicidad Hylink Digital Solutions. «La semana laboral de cuatro días los limitaría de manera efectiva”.

La semana laboral de cuatro días en algunos países

  • Bélgica: Ha introducido la medida, aunque a medias. El trabajador podrá elegir reducir su semana laboral a 4 días, pero manteniendo las 40 horas trabajadas. Es decir, que sus jornadas diarias pasarían a ser de 10 horas.
  • España: La semana de 4 días se ha hecho un hueco en el debate político. La Comunidad Valenciana ha comenzado a incentivar a empresas que la implantan, y el Gobierno central realizará un programa piloto con algunas compañías para estudiar sus efectos. Participarán unas 200 empresas que recibirán €10 millones. Al contrario que en Bélgica, las horas trabajadas también se reducen, de 40 a 32 por semana.
  • Escocia: También está dando sus primeros pasos, con un presupuesto de £10 millones para apoyar a empresas que se lancen.
  • Islandia: Impulsó dos programas piloto, en 2015 y 2019, con alrededor de 2.5 mil trabajadores involucrados, reduciendo la semana a 4 días y a 34 o 35 horas. Los resultados fueron positivos. Su bienestar aumentó, los procesos de trabajo se optimizaron y el trabajo en equipo mejoró. Sin embargo, por el momento no se ha legislado al respecto.
  • Francia: Los galos pusieron la primera piedra en 1998, con la polémica Ley Aubry, lanzada por el partido socialista y que reducía la semana laboral a 35 horas. Actualmente, muchos franceses tiene opción de elegir: trabajar 4 días o sumar horas extras. La mayoría elige trabajar 40 horas y percibir un salario mayor.
  • Suecia: La medida se probó en 2015, pero el resultado no fue el esperado. La sensación general fue que resultaba demasiado costosa, aunque algunas empresas la han mantenido.
  • Finlandia: Se publicó que el país nórdico planeaba reducir a cuatro días la semana laboral, o a seis horas la jornada. El gobierno lo desmintió.
  • Empresas: Compañías en Japón (Microsoft), Nueva Zelanda (Unilever) o Alemania (fundamentalmente pymes) llevan un tiempo experimentando con el modelo.

La jornada laboral en República Dominicana

El Código Laboral de República Dominicana establece que la jornada de trabajo es de 44 horas semanales, dividida en cinco días de ocho horas cada uno, sábados de cuatro horas y domingos libres. Sin embargo, son múltiples las empresas que ofrecen condiciones flexibles a sus trabajadores, llegando a jornadas de 40 horas. Por el momento, la semana de cuatro días no parece cercana. (Revista Mercado)

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