Jornada laboral de cuatro días: experimento que aumentará la productividad de su empresa

Por pferreras | septiembre 9, 2021

Trabajar cuatro días a la semana y tomar tres de descanso, mientras se mantiene la misma remuneración. Suena como todo un sueño cumplido para los empleados que constantemente buscan la forma de aumentar su productividad, pero no encuentran una solución viable y eficiente. Puede que más pronto de lo esperado, su empleador decida llevar a cabo el experimento de una jornada laboral más corta, pues diversos países han arrojado excelentes resultados.

Estar más horas en la oficina no garantiza el logro de más resultados

La idea de ser más productivos en una menor cantidad de horas resulta contraintuitiva, puesto a que la lógica que seguimos sobre una relación lineal entre tiempo y resultados hasta la fecha está equivocada. «La productividad se define por el hecho de que cada una de las personas, dados los recursos disponibles, pueda producir más valor agregado. Y esto se puede conseguir tanto trabajando más tiempo como siendo más eficiente», añade el investigador Darío Judzik.

Un claro ejemplo que desmiente esta lógica es como en 1975 las horas de trabajo de los empleados en Alemania y Estados Unidos eran las mismas, pero con el tiempo, los alemanes adoptaron un modelo más flexible, logrando así mantener el mismo ritmo de productividad y uno de los PIB más altos del mundo –hoy en día, en el país europeo trabajan un aproximado de ocho horas menos por semana.

En Islandia realizaron el experimento de una jornada laboral menos extensa, de cuatro días y según afirman los investigadores, ha sido un rotundo éxito. Con cerca del 1% de la población activa del país, Islandia demostró que de esta forma los trabajadores se sienten menos estresados y con un menor riesgo a padecer el síndrome del burnout, pues ya podían balancear mejor su vida privada y laboral.

Cabe destacar que esta no la primera vez que se contempla o implementa menos horas de trabajo a la semana; el economista John Keynes predijo que la sociedad revolucionaria haría una semana laboral de apenas 15 horas, considerando la evolución tecnológica. Su predicción podría estar bastante distanciada de la realidad actual, pero algún día llegaremos allí.

Desde otra perspectiva

Lo que se busca al poner en marcha una semana laboral de cuatro días es apostar por el trabajo flexible que permita aumentar las posibilidades de un futuro más sostenible, la productividad, la rentabilidad y el bienestar. Todos los estudios que han evaluado el impacto de este nuevo modelo han dado resultados positivos, señala Jan-Emmanuel De Neve, director del Centro de Investigación del Bienestar de la Escuela de Negocios de la Universidad de Oxford.

«No es realista ni deseable», – Robert Skidelsky, historiador económico

Sin embargo, aún esta táctica no está contemplada bajo la ley o algún código de trabajo, sino que deliberadamente las empresas han decidido adoptarlo. En Reino Unido, la jornada laboral de cuatro días ha generado un polémico debate político luego que varias organizaciones sindicales y miembros del Partido Laborista propusieran una adopción generalizada.

Un informe presentado por Skidelksy evidencia cómo la legislación de Francia se volvió ineficaz a raíz de una acumulación de excepciones y vacíos legales tras la implementación de este modelo de trabajo; mientras Jonathan Boys, economista especializado en mercado laboral del Instituto Colegiado de Personal y Desarrollo (CIPD, por sus siglas en inglés), dice que existen mejores alternativas: «La evidencia de esto es escasa y autoseleccionada». (pfm)

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