La estrategia de Amazon para evitar la renuncia de sus empleados

Por Karime Rivas | septiembre 20, 2021

La recuperación económica de Estados Unidos es una de las más aceleradas entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde); el desempleo se ha reducido en el país a poco más del 5% en el último mes.

Pese a estos buenos síntomas, las empresas de este país aún sufren problemas para encontrar personal que trabaje en sus diferentes fábricas o almacenes, un efecto que dejaron los planes de ayuda económica y los subsidios entregados por el gobierno central entre 2020 y 2021.

Esta razón ha llevado a Amazon, uno de los comercios electrónicos más grandes del mundo, a implementar una estrategia agresiva para que sus trabajadores no renuncien: pagar todos sus estudios universitarios.

Así lo indica un blog oficial de la compañía, en donde se precisa que la empresa extenderá estos beneficios a 750.000 de sus trabajadores, haciéndose cargo de los costos de matrícula, libros y otros gastos extra.

A este incentivo pueden aplicar desde repartidores hasta trabajadores de almacenes, con el fin de dar oportunidades a las personas menos cualificadas dentro de la empresa. Para este programa se destinarán, según Amazon, unos US$1.200 millones hasta el 2025.

Pero no se trata solo de estudios universitarios, los trabajadores también pueden solicitar este tipo de beneficios para estudiar idiomas o realizar otro tipo de formación que enriquezca su perfil profesional.

Amazon es una de las empresas que más contrata en EE. UU. después de la cadena de grandes superficies Walmart y con el boom del comercio electrónico sumó a su planta 400.000 personas más.

¿Por qué Estados Unidos tiene 8,4 millones de desempleados cuando hay 10 millones de puestos vacantes?

“Un misterio se encuentra en el corazón de la recuperación económica: hay 10 millones de puestos de trabajo vacantes, pero más de 8,4 millones de desempleados todavía están buscando trabajo activamente”. Así comienza un análisis del diario The Washington Post de hace algunos días.

El prestigioso diario narra cómo “el mercado laboral parece, en cierto modo, en una situación de auge. Los dueños de negocios se quejan de que no pueden encontrar suficientes trabajadores, el pago aumenta rápidamente y los clientes son recibidos con letreros que dicen “tenga paciencia, tenemos poco personal” en muchas tiendas y restaurantes”.

La verdad es que el mercado laboral ha cambiado muchísimo en ese país. Hace unos meses se hizo famosa la noticia de un McDonald’s en Florida que estaba dando 50 dólares por presentar una entrevista de trabajo. Aun así las personas no aplicaban a las vacantes. A pesar de la crisis económica de la pandemia, que ha dejado a millones sin empleo en el mundo, en Estados Unidos las cosas se viven distinto.

Las renuncias están en el punto más alto de la historia. Las causas son variadas. Pero se pueden resumir en dos: la primera, el agotamiento y el deseo de cambio que ha dejado la pandemia. Y la segunda, los generosos incentivos por desempleo que se mantuvieron por meses.

Muchas empresas hoy tienen dificultades a la hora de mantener a sus empleados. En abril, casi 4 millones de estadounidenses renunciaron a sus puestos de trabajo, equivalente al 2,7 por ciento de toda la fuerza laboral del país.

Y ahora el panorama parece muy incierto, con 9,3 millones de personas desempleadas, según el Departamento del Trabajo. Lo que más preocupa es la posibilidad de que esta ‘renunciatón’ se extienda a nivel global, más después de que, según estudios de Microsoft, el 40 por ciento de la población encuestada en todo el mundo piensa en cambiar de trabajo en el corto plazo. KD

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