Según la psicóloga de salud clínica Amy Sullivan, la autorreflexión silenciosa es uno de los mayores regalos que podemos darnos a nosotros mismos. Sin embargo, en el ajetreo de nuestra vida cotidiana, puede resultar difícil encontrar tiempo para detenernos y reflexionar, para sentir verdaderamente nuestros sentimientos, escuchar nuestros pensamientos y deliberar sobre nuestros desafíos.
Pasos clave para planificar con acierto nuestro camino, tanto en nuestra vida personal como profesional
El proceso del pensamiento reflexivo puede parecer lento o incluso intimidante. Pero todo lo que requiere la autorreflexión es un poco de MAGIA: espejo, aspiraciones, metas, ideas y compromisos (MAGIC: mirror, aspirations, goals, ideas, commitments).
¿Cómo sumergirse en el pensamiento reflexivo para impulsar nuestra vida y nuestra carrera?
Espejo
Empieza por imaginarte mirándote en un espejo metafórico y reflexiona sobre tu situación actual.
- ¿Cómo llegaste a donde estás hoy?
- ¿Cómo te sientes acerca de tus circunstancias actuales?
Empieza reconociendo positivamente todo lo que va bien. Luego, identifica las formas en las que podrías mejorar.

Aspiraciones
Después de reflexionar sobre el presente, es hora de centrarse en el futuro. Visualiza a la persona que quieres ver en tu espejo metafórico. Hazte estas preguntas para ayudar a guiar tu reflexión:
- ¿Cómo es el éxito para usted?
- ¿Qué logros futuros te gustaría ver reflejados en ti mismo?
- Si pudieras agitar una varita mágica, ¿qué te gustaría lograr realmente el próximo año?
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Metas
Una vez que hayas aclarado tus aspiraciones para el futuro, podrás concentrarte en ellas y convertirlas en metas específicas y tangibles, con hitos y escalas de tiempo para comparar su progreso. Establecer metas inspiradoras que alcanzar es un elemento fundamental del pensamiento reflexivo, que te ayuda a enfocarte exactamente en lo que deseas lograr.
Ideas
Una vez que tengas un conjunto de metas claras que describan exactamente lo que deseas lograr, podrás explorar cómo se podrían alcanzar y comenzar a crear un plan de acción. Para hacer eso, primero pregúntate:
- ¿Qué actividades podrían ayudarme a acercarme a mis metas?
- ¿Qué pasos debo dar para seguir adelante?
- ¿Puedo buscar el consejo de alguien que haya logrado un objetivo similar?
- ¿Necesito mejorar mis habilidades o tomar un curso para alcanzar mi meta?

Intenta generar una amplia gama de ideas antes de seleccionar aquellas que funcionen mejor para ti. Al evaluarlas, puede ser útil considerar dos elementos:
- La inversión: Cuánto esfuerzo requiere cada idea en tiempo, energía o recursos.
- La ganancia: Cuánto beneficio se recibirá y si la idea realmente te acercará a tu objetivo.
Es posible que tengas algunas ideas geniales en tu lista, pero recuerda evaluar cuánto tendrás que “dar” para poder disfrutar de la “ganancia”.
Compromisos
Finalmente, incorpora tus ideas a un plan claro. Un buen plan contiene acciones específicas paso a paso, con fechas, plazos y recursos, y planes de contingencia sobre cómo superar los obstáculos. Piensa en quién podría ayudarte, brindándote asistencia práctica o apoyo emocional, y haz que tu primer paso sea muy específico para comenzar con buen pie.
Encontrar tiempo para el pensamiento reflexivo tiene el poder de transformar tu vida y tu carrera. Crear espacio y silencio para reflexionar sobre el pasado, el presente y el futuro puede ser una forma enormemente poderosa de aumentar tu autoconciencia, aprender de tus experiencias y alcanzar tus metas. Pruébalo.
Liderazgo enfocado en el largo plazo: perspectivas para construirlo
De Harvard Business Review, por Rosie Nice
(Rosie Nice es la fundadora de MAGIC Coaching. Dirige programas de capacitación de coaches y ayuda a las organizaciones a construir una cultura de coaching)
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