[vc_row][vc_column][vc_column_text]AMY CARRIER es directora de una fundación, tiene una pareja a distancia y una madre de 74 años con alzhéimer que vive con ella. En medio de la crisis del coronavirus, su vida se ha vuelto mucho más compleja. Pese a que en los últimos días se le ha prestado mucha atención a los problemas de los padres que intentan equilibrar sus responsabilidades profesionales con el cuidado de los niños en el hogar debido a que sus escuelas[/vc_column_text][vc_column_text].[/vc_column_text][vc_column_text]
[/vc_column_text][vc_column_text]están cerradas, también existen millones de personas que hacen malabares con el trabajo y el cuidado de los ancianos en medio del brote de COVID-19.
Para estas hijas e hijos que trabajan, será fundamental establecer límites, emplear la tecnología y establecer rutinas, pedir flexibilidad (y algunas disculpas) y gestionar el bienestar. A continuación, algunas recomendaciones:[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_separator style=»double»][vc_single_image image=»41988″ img_size=»full» alignment=»center» onclick=»zoom»][vc_separator color=»blue» style=»double» border_width=»2″][vc_column_text]
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Haz todo lo que puedas para comunicarte con ellos y hacer que el día sea tranquilo y predecible para ellos, de tal modo que puedas disponer de tiempo para concluir tu trabajo. Al igual que muchos papás y mamás que trabajan están intentando instituir horarios escolares modificados desde casa, las hijas y los hijos que trabajan también deben hacer lo posible por desarrollar una estructura para sus padres de la tercera edad. Además de las rutinas, trata de ver las actividades desde el punto de vista de tus padres. Amy ha descubierto que tiene que trabajar sin ser vista para no interrumpir la rutina de su madre.
Dile a tus padres de edad avanzada que aunque estés en casa y que tal vez la vida parezca diferente, tus responsabilidades en el trabajo no han cambiado. Reduce al mínimo las interrupciones estableciendo qué necesitan y qué no. Si tus padres viven en otra parte y pueden usar el teléfono, asegúrate de que sepan que sigues ocupándote de la crisis.
Si tus padres tienen demencia senil o cualquier otro tipo de padecimiento cognitivo, comprende que quizás no puedan respetar estos límites.
Aunque tal vez esta sea una recomendación de rutina para cualquiera que trabaja a distancia, es importante en especial para quienes tienen la responsabilidad de cuidar a personas de la tercera edad debido a que casi siempre estas actividades no son visibles para tus compañeros.
El cuidado de los ancianos también es muy impredecible y, por lo tanto, puede desestabilizar mucho tu día de trabajo. Así que dile a tus compañeros que te estás haciendo cargo de una persona de la tercera edad y pídeles su comprensión durante este tiempo.
Este es un momento de restringir el consumo de noticias negativas, mantenerte hidratado, tomar aire fresco y añadir a tu rutina diaria sesiones de meditación, caminatas cortas o yoga. Amy reconoce que tiene que enfocarse en terminar rápido el día: “Mi meta es llegar bien al final del día. Mañana será otro día”.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Suscríbete a la revista y regístrate a nuestros newsletters para recibir el mejor contenido en tu buzón de entrada.
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