Una alternativa para que sobrevivan los restaurantes

Por revistamercado | mayo 4, 2020

[vc_row][vc_column][vc_column_text]

Una de las estrategias para que los restaurantes puedan seguir operando es que ajusten sus precios.

[/vc_column_text][vc_column_text]Mi recomendación a los restauranteros — además de garantizar la seguridad de su comida— es simple: bajen ahora sus precios.

Para empezar, seamos realistas: pocos restaurantes podrán mantener sus ingresos normales durante esta crisis. La nueva meta para los próximos seis meses es reducir las pérdidas al mínimo y concentrarse en el margen de contribución (volumen de ventas menos costos variables como la comida y la mano de obra).[/vc_column_text][vc_column_text]Existen tres razones por las que los restaurantes deben bajar sus precios. La primera es que la mayoría de los restaurantes solo están ofreciendo comida para llevar, ya sea por decisión propia o por las órdenes de las autoridades estatales o locales.

Pese a que los restaurantes siempre tienen los mismos precios para consumir en el lugar o para llevar, la comida para llevar es una experiencia menos atractiva.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=»41958″ img_size=»large» alignment=»center» onclick=»zoom»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]La segunda es que, preocupadas por sus ganancias y su cartera de acciones, muchas personas están considerando otras inversiones. Por último, los precios más bajos pueden motivar a los clientes que van una vez al mes a que vayan más seguido, y pueden ayudar a captar más clientes.

Aunque es bueno darles un descanso a los comensales, los propietarios de los restaurantes deben ser conscientes de que esta tormenta pasará y que en algún momento tendrán que retomar las actividades normales.

Para evitar que tu empresa se desvalorice, es importante que los comensales entiendan que estos descuentos son temporales.

Es esencial que los clientes deban hacer ciertas cosas para obtener un descuento a fin de contar con un refuerzo psicológico de que estos descuentos son una excepción y que no son permanentes. A continuación, algunos ejemplos:[/vc_column_text][vc_separator border_width=»2″][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/4″][vc_column_text]

TRAER COMIDA ENLATADA PARA ARMAR UNA DESPENSA DE ALIMENTOS:

Solicitar esa acción refuerza la idea de que esta promoción se relaciona con la crisis, mejora la imagen del restaurante y hace que los clientes se sientan bien por ayudar a otras personas.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/4″][vc_column_text]

COMPRAR POR VOLUMEN:

Establecer una compra mínima (por ejemplo, cuatro entradas) para cualquier descuento permite que los comensales tengan una justificación de ese descuento en su mente. Tal vez también aumente los pedidos.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/4″][vc_column_text]

COMPRAR TAMBIÉN LAS BEBIDAS:

Condicionar un descuento a la compra de bebidas alcohólicas puede ayudar a justificar el descuento en la mente del consumidor, y también puede ofrecer una forma adecuada de ir quitando ese  descuento en forma gradual cuando la crisis se acabe (debido a que no se permitirá sacar el alcohol del establecimiento después de la crisis).[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/4″][vc_column_text]

SOLO EFECTIVO:

Al mismo tiempo que se eliminan los cargos por procesamiento, este requisito refuerza que este descuento es algo extraordinario. Los descuentos son ingredientes importantes para ayudar a que las empresas sorteen este difícil ambiente económico. El error en el que caen la mayoría de las empresas es que no tienen un plan para eliminar los descuentos.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Suscríbete a la revista y regístrate a nuestros newsletters para recibir el mejor contenido en tu buzón de entrada.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]