Realidades que dejan una marca: la discriminación. En su aspecto general, es un trato desigual con un sabor amargo, y su impacto no se hace ajeno en el ámbito laboral, pero no solo por raza, sino debido a la edad. Aunque no se destaque con la misma frecuencia, al momento de insertarse por primera vez en el mercado, tienden a ser rechazados bajo la excusa: «eres demasiado joven para el empleo»; a esto le denominan ‘youngism‘.
La discriminación laboral por ser joven se extiende en los países desarrollados, los logros de quienes apenas empiezan en el mercado son menospreciados y en ocasiones llegan a tratarlos como si no contaran con algún estudio superior o formación profesional.
En concreto, es difícil detectar con certeza si detrás de los motivos por los que en verdad no le dieron el empleo se esconde la consideración de ser demasiado joven y carecer experiencia; sin embargo, inferir a través de las excusas es posible.
Elizabeth Houghton, consultora en desarrollo laboral especializada en asesoría a menores de 35 años, afirma que la mayor parte de sus clientes abordan este tema al momento de adquirir sus servicios: «Si tienes todas las capacidades requeridas por el trabajo y puedes demostrar que las has puesto en práctica, y aún así te dicen que no tienes suficiente experiencia, yo diría que esa una decisión basada en tu edad y no en lo que realmente puedes hacer».
En el mismo sentido, las mujeres una vez más se ven desfavorecidas. Houghton establece que el youngism afecta más a las mujeres que a los hombres, pues desde su perspectiva, una característica que juega en contra de la contratación de este sexo –aún más si son jóvenes– es la posibilidad de tener hijos en algún momento.
Normalizarlo. Mientras se mantenga el sesgo contra los más jóvenes, la problemática seguirá en constante crecimiento, haciéndolo mucho más difícil de combatir. Lauren Rikleen, consultora de empresas para la creación de ambientes laborales más inclusivos, señala que tradicionalmente la discriminación por edad afecta mas a los mayores, pero es más aceptado el mismo efecto en los jóvenes.
Una de las razones que explica porqué esta práctica es más frecuente hoy en día podría ser el modo de crianza de las nuevas generaciones: ahora tienen más participación para participar en decisiones familiares o de su propia vida, también cuentan con mayor acceso a las tecnologías.
Sin embargo, este tipo de discriminación a las nuevas generaciones trae a cuestión la siguiente pregunta: si en los requerimientos para empleos los postulantes deben tener al menos cinco años de experiencia y son discriminados por su edad, ¿cómo podrán los jóvenes formarse profesionalmente dentro del mercado si los reclutadores no se lo permiten? (pfm)
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