Trabajar de forma independiente, la realidad de pocos, el sueño de muchos. Seguir un modelo para lograr aplicar el célebre «soy mi propio jefe» se volvió tendencia durante la pandemia, y ahora todos quieren depender únicamente de ellos mismos –o menos de otros–.
Los trabajadores freelance han estado en constante crecimiento incluso desde antes del impacto del nuevo coronavirus, mas aclaró la visión de compañías que hacían caso omiso a este creciente sector, al igual que fue el empujón necesario para aquellos que no se atrevían a emprender su propio camino.
Estar en medio de una incertidumbre económica pero rodeado de paychecks que saldar y una sanidad mental qué mantener, llevó a las personas a priorizar su propósito en el lugar de trabajo.
Diversas plataformas web destacan como el espacio determinado para trabajadores independientes ofrecer sus servicios temporales, únicos o por proyectos. Bajo tres predicciones acertadas, Michael Saloio lanzó Huddle:
La Gig Economy es un sistema de empleo flexible basado en puestos de trabajo temporales y acuerdos a corto plazo, datos de una encuesta revelaron que el 67% de los empleados a tiempo completo establecieron que renunciarían por un trabajo temporal.
La independencia laboral suele ser una elección, suponiendo que la mayoría de los individuos que prestan sus servicios de forma autónoma renunciaron deliberadamente a los beneficios de un empleador tradicional; asumieron el riesgo de no contar con ingresos mensuales fijos, pero sin sacrificar su vida personal ni salud mental.
Un estudio realizado por SC Johnson College of Business determinó cuatro conexiones básicas de los trabajadores independientes que les ayudan a manejar altibajos emocionales en la jornada laboral.
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