Judith Faulkner por varios años ha ocupado el top 5 de las mujeres millonarias self-made de los Estados Unidos, sin embargo, lo que más resalta de esta empresaria son las decisiones que toma con su vida, su proyecto y su dinero. De una forma bastante particular, se ha convertido en una inspiración para otros millonarios.
Desde la fundación de Epic Systems en 1979 no ha mostrado un estilo de vida de lujo, por el contrario anunció en 2016 que donaría el 99 % de la fortuna de su familia a una fundación sin fines de lucro.
Actualmente, esta empresaria tiene registrado más de 230 millones de pacientes estadounidenses en su software, el eje central de su negocio. Es por esto que importantes centros como el Jhons Hopkins y al Clínica Mayo, le han contratado su servicio de tecnología.
Con oficinas en Reino Unido, Emiratos Árabes, Finlandia, Australia, Singapur y Dinamarca, la compañía encierra la historia de una matemática que soñó y trabajó hasta consolidar un imperio.
Faulkner de 80 años, en una entrevista con The New York Times, contó acerca del nacimiento de su empresa. «El sol brillaba, estaba sentada y distraída… De repente vino a mí y mi mente dijo, así es como lo construirás, corrí a la cocina, tomé un par de papeles y me puse a anotar códigos», dijo Faulkner.
Sus inicios no estuvieron conducidos por un gran capital, de hecho reunió 70 mil dólares para comenzar con ayuda de amigos y familiares. Y así nació su gran orgullo, Epic Systems como una empresa privada; y aunque ya han habido varios compradores (incluyendo Apple), ella no ha abierto las inversiones a externos.
Con su sistema de base de datos, Faulkner ha salvado cientos de pacientes y e estima que cada año la cifra crece en un 14 %. Con su tecnología logró optimizar el trabajo en los centros de salud y le han convertido en una gran contribuyente para la sociedad.
Además de su rol de empresaria, Judith Faulkner forma parte de la iniciativa filantrópica Giving Pledge, creada por Warren Buffet y Bill Gates, en donde comprometió sus ingresos.
Por: Karime Rivas.
