El desarrollo de estas oportunidades depende en gran medida del perfeccionamiento del marco regulatorio, el cual requiere que sean publicados 16 reglamentos para finales del año en curso.
Dicho proceso de desarrollo de esta reglamentación complementaria no deja de ser un reto tanto para el regulador como para los participantes del mercado, ya que estos reglamentos deben precisar los detalles que definen el rol protagónico que asumen los mercados de valores en las economías mundiales. Esta delicada labor, que apenas empieza, ha venido requiriendo de mucho esfuerzo y diálogo entre las partes involucradas pero, sobre todo, requiere de visión a largo plazo, sostenibilidad y entusiasmo.
Hasta el momento han sido desarrollados dos de los 16 reglamentos, específicamente el Reglamento de Prevención de Lavado de Activos y Financiamiento al Terrorismo y el Reglamento de Tarifas. Justamente este último introduce tarifas que no existían anteriormente y representan un reto para el mercado, razón por la cual la Superintendencia del Mercado de Valores propuso hacer
una revisión y ajustar las mismas, una vez transcurrido un período aproximado de seis meses luego de su implementación. En adición a estos dos reglamentos, otros dos están en proceso de consulta pública y muy probablemente hayan sido consensuados al momento de publicación de este artículo, así como quizás otros hayan sido puestos en consulta pública.
A pesar de que faltan varios reglamentos por desarrollar, estamos muy confiados en la sinergia, proactividad y disposición que ha caracterizado la relación interinstitucional del sector, incluyendo a nuestro regulador. Lo que sí es cierto es que este año nos queda por delante trabajo de mucha importancia, a fin de asegurar que el mercado hilvane las regulaciones que comprometan su desarrollo y el de la economía dominicana.
Quizás uno de los retos más importantes que deben abordar los reglamentos es el de solucionar ciertos impases que han dificultado la emisión pública de acciones y que no les han permitido a las empresas con potencial de emitir, encontrar un camino viable para hacer esto una realidad. No me cabe la menor duda de que varias empresas ya han ponderado la posibilidad de emitir acciones al público, lo que constituiría un paso majestuoso para la economía y el desarrollo del país; sin embargo, debemos tomar la decisión firme de solucionar estos obstáculos creados por regulaciones de índole fiscal y societario que han impedido que esto sea una realidad. El mercado de valores se encuentra entrando a un período de madurez en el cual está llamado a tomar decisiones de importancia que permitan su desarrollo. Este es un año crucial para nuestro mercado. El empeño y compromiso que asumamos hoy, hará eco en el mañana.
