‘All I want for Christmas is you‘, canta con entusiasmo todos los años Mariah Carrey. El mundo se une al cántico, los negocios la añaden a su lista de reproducción especial de la época navideña y también toman la frase como parte de su estrategia para llamar la atención de los clientes.
En los últimos meses del año se celebra Halloween, Thanksgiving, Black Friday, Hanukkah, Cyber Monday, Navidad y Año Nuevo. Es decir que, en un plazo de 60 días bajan las decoraciones otoñales, se vacían los carros de compra en plataformas online y suben las velas, luces navideñas, copos de nieve y árboles recién tallados.
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Una de las fechas que, mayormente, sin importar la religión, se celebra con gran felicidad es la Navidad; misma que siempre ha fungido como un momento especial para celebrar con allegados. Sin embargo, también es una festividad característica en la que las empresas ven un aumento colosal en ganancias debido a la compra masiva de decoraciones, comida y regalos.
Las celebraciones navideñas solían ser restringidas a las personas de alta clase, que tuviesen el capital suficiente para llevar a cabo una fiesta a todo vapor: árboles decorados, pavo asado, un gran banquete, postres y regalos.
En el transcurso del siglo XX incrementó la riqueza entre las familias, generando aún más dinero para gastar en la época más fría del año. Sears inició la «Lista de Deseos Navideños», que estaba repleta de productos relacionados a la Navidad y, antes que Coca-Cola incluyera en su campaña comercial a Santa Claus, el personaje ya era puro marketing.
Plasmado en todos los comerciales, decoraciones, bolsas, e incluso personas con características físicas similares al personaje mítico, se vestían y actuaban como él para entretener a los niños. Esto, añadido a la nueva riqueza, permitió que la Navidad se convirtiera en un momento de derroche y diversión. Ya cualquier persona disfrutaría de un árbol, adornos, regalos y compartir con la familia.
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En 2021, se pronostica que las ventas minoristas navideñas crecerán a alrededor de 843,4 mil millones de dólares estadounidenses, mientras que los consumidores esperaban gastar aproximadamente US $886 dólares en regalos de Navidad –más de lo que pensaban gastar en regalos en los últimos 20 años.
Después de Navidad y Nochevieja, las ventas minoristas suelen volver a alcanzar su punto máximo en enero, ya que muchas personas canjean las tarjetas de regalo y los vales de Navidad recibidos. De hecho, en el presente año, aproximadamente las tres cuartas partes de los consumidores estadounidenses planeaban comprar tarjetas de regalo o certificados de regalo para otros.
La mayor parte de los retailers aprovechan las ventas en esta época para impulsar sus finanzas debido a que durante este lapso es cuando ven la mayor entrada de dinero. Por esta razón, implementan estrategias como descuentos y ofertas, al igual que decoran sus tiendas para atraer a la audiencia correcta.
(pfm/con información de Hult y Statista)
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