Es la historia de una fusión que nunca aterrizará. Hace más de dos años, JetBlue presentó una oferta para comprar Spirit Airlines por US$3.8 mil millones; meses después, los accionistas aceptaron el ofrecimiento. Sin embargo, las aerolíneas anuncian ahora que la adquisición no se producirá, semanas después de que una demanda antimonopolio la bloquease.
La noticia cayó como una losa sobre las acciones de Spirit, que como apunta CNBC, bajaron un 17 %. Las de JetBlue, por su parte, subieron un 4 %.
«El movimiento era valiente y quería agitar el estatus quo de la industria», explicaba la CEO de JetBlue, Joanna Geraghty, en una comunicación interna a la que tuvo acceso CNBC. «Esta oportunidad hubiese impulsado nuestro crecimiento, pero con la continua oposición del Departamento de Justicia, la probabilidad de obtener el visto bueno en algún momento era extremadamente baja».
Cabe señalar que el segundo mayor mercado de JetBlue es República Dominicana. Según datos ofrecidos por la aerolínea en agosto de 2023, JetBlue cuenta con 33 vuelos diarios desde RD con destino EE.UU., repartidos entre los aeropuertos de Las Américas, Punta Cana, Puerto Plata y Santiago. 24 de esas salidas aterrizan en Boston o Nueva York.
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Así, JetBlue opera el 40 % de los vuelos que despegan desde RD hacia Estados Unidos. Vuelos que suponen el 8 % del total de los que fleta la compañía.
Ante los obstáculos judiciales, ambas compañías declaran el final del proceso de fusión. La situación deja en una situación de especial debilidad a Spirit, en un contexto económico delicado y afectada por defectos en su flota de Airbus.
La aerolínea de bajo costo buscará ahora refinanciar su deuda y afirma que sus resultados del primer trimestre serán mejores de lo esperado. «Ante la incertidumbre regulatoria, siempre hemos considerado la posibilidad de continuar operando solos, implementando iniciativas que nos permitirán elevar nuestros beneficios y la experiencia de cliente», explicó Ted Christie, CEO de Spirit.
El punto final del proceso de compra llega mes y medio después de que un juez federal de Estados Unidos diese por buena una demanda antimonopolio presentada en marzo de 2023 por el Departamento de Justicia.
William Young, magistrado que tomó la decisión de frenar el movimiento después de un juicio de 17 días celebrado en octubre, explicó que la desaparición de Spirit «perjudicaría a viajeros preocupados por los precios que dependen de las bajas tarifas» de esta compañía.
Las autoridades entienden que la presencia de Spirit como aerolínea independiente influye en los precios de compañías más grandes. Por ello, si se integrase en JetBlue, se esfumaría un contrapeso y las boletas serían más caras.
Según el Gobierno de Estados Unidos, la fusión hubiese reducido la oferta de vuelos y el número de rutas, elevando los precios.
Atendiendo al Departamento de Justicia, la operación tendría además un impacto negativo en términos de competencia. El 80 % del mercado en EE.UU. está dominado por American Airlines, Delta Air Lines, United Airlines y Southwest Airlines. JetBlue se hubiese incorporado al Top-5 con la compra de Spirit.
Un movimiento que, definitivamente, no se producirá.
Borja Santamaría, con información de CNBC
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