[vc_row][vc_column][vc_column_text]Por lo general, grandes corporaciones, en especial las que cotizan en bolsa en Estados Unidos y Europa, recurren a especialistas reclutadores para encontrar un CEO a la altura de las circunstancias competitivas que caracterizan a cada industria. En ese sentido, hay seis puntos de importancia capital que toman en cuenta para encontrar a ese alto ejecutivo que lleve las riendas con manos firmes.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/2″][vc_single_image image=»41834″ img_size=»400×400″ style=»vc_box_rounded»][vc_column_text]
[/vc_column_text][vc_column_text]El dominio de las finanzas y las nociones de la contabilidad son básicas para un CEO. De paso, contar con una cultura fiscal que le ayude a comprender las responsabilidades fiscales que la empresa tiene en cada tipo de operación le permite supervisar a los especialistas que están a su cargo. El capitán de empresa tiene que ser un apasionado de los números.[/vc_column_text][vc_single_image image=»41846″ img_size=»400×400″ style=»vc_box_rounded»][vc_column_text]
[/vc_column_text][vc_column_text]No hay cursos para ser CEO, por eso, deben ser ascendidos a esta posición ejecutivos que ya han demostrado alta eficacia en posiciones subordinadas en áreas específicas como las finanzas y las operaciones. La experiencia en el sector corporativo, preferiblemente privado, es determinante para que el prospecto genere confianza hacia sus reclutadores. Tiene que ser un ejecutivo a toda prueba.[/vc_column_text][vc_single_image image=»41841″ img_size=»400×400″ style=»vc_box_rounded»][vc_column_text]
[/vc_column_text][vc_column_text]Otra de las habilidades blandas que un CEO tiene que demostrar desde el momento en el que es reclutado es la comunicación. En específico, el ejecutivo más alto de una empresa tiene que contar con las herramientas intelectuales que les permitan afrontar una rueda de prensa o impartir un discurso. El gerente general de una empresa transmite confianza cuando se comunica bien.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_single_image image=»41837″ img_size=»400×400″ style=»vc_box_rounded»][vc_column_text]
[/vc_column_text][vc_column_text]La inteligencia emocional es la más importante de las habilidades blandas con las que puede contar un CEO. Al reclutar a un profesional con fines de ocupar tan alto cargo dentro de una compañía, es fundamental comprobar que la persona no estalla con facilidad ante estímulos desagradables.[/vc_column_text][vc_single_image image=»41840″ img_size=»400×400″ style=»vc_box_rounded»][vc_column_text]
[/vc_column_text][vc_column_text]Es común que un CEO pase de una industria donde ha sido exitoso, a otra en la que no tiene experiencia. Sin embargo, asumir los destinos de una empresa manda que conozca el sentido del negocio al que ahora se dedica, para la buena toma de decisiones.[/vc_column_text][vc_single_image image=»41842″ img_size=»400×400″ style=»vc_box_rounded»][vc_column_text]
[/vc_column_text][vc_column_text]De alguna forma, ya sea por su desempeño en posiciones anteriores o por su discurso al momento de reclutamiento, el aspirante a CEO necesita demostrar que tiene la capacidad para razonar con miras hacia realidades que no han ocurrido, es decir, el futuro. Uno de los errores que más se le señala a Steve Ballmer, otrora CEO de Microsoft, fue minimizar el impacto que el lanzamiento del iPhone por parte de Apple en 2007 tendría en la economía mundial y en la industria tecnológica en participar. No visualizar el futuro se paga caro en el mundo de la empresa.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
