Jornada mágica para Volvo Cars. La empresa sueca aumentó en un solo día su valor de mercado en alrededor de US$2 mil millones, ronzando la barrera de los US$10 mil millones. Dicho de otra modo, elevó el valor de sus acciones un 20 %.
El acelerón tiene un detonante claro, como apunta CNBC. En las últimas horas, Volvo Cars anunció la decisión de dejar de financiar la subsidiaria Polestar Automative, que fabrica vehículos eléctricos de lujo.
Pese a operar como dos compañías separadas desde hace años, Polestar había recibido de forma constante fondos de Volvo Cars para desarrollar su negocio. Según publicó en su reporte, Volvo considera ahora que la subsidiaria «entre en una nueva y emocionante fase de su viaje, con un plan de negocio sólido».
Por su parte, Volvo asegura que se centrará en desarrollar sus propios autos y dirigirá sus recursos a ese foco.
Detrás de estas buenas intenciones se encuentran los problemas mostrados por Polestar desde que salió a la bolsa, en junio de 2022. Por entonces, su valor se estimaba en alrededor de US$20 mil millones. Actualmente, apenas supera los US$4 mil millones.
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Volvo Cars, que adquirió la compañía en 2015, es propietaria del 44 % de las acciones. Ahora, la compañía sueca apuesta por administrar Polestar de forma conjunta con el máximo accionista del grupo Volvo, la corporación china Geely Holding, al que transferirían títulos de propiedad.
Según datos aportados por CNBC, Geely Holding es la propietaria de casi el 79 % del grupo sueco.
El CEO de Volvo Cars, Jim Rowan, explica que el movimiento se deriva de la «evolución natural» de ambas empresas y permite a su compañía «enfocarse plenamente en su crecimiento». Algo que incluye tener la capacidad de realizar «las inversiones que necesitamos en los próximos dos o tres años».
La estrategia fue acogida con euforia por los inversores, que impulsaron el valor de las acciones de Volvo Cars. En el otro lado del tablero, las de Polestar cayeron un severo 30 %.
Desde la compañía de VE de lujo, dan la bienvenida a Geely Holding como próximo dueño y apuestan por mantener relaciones con Volvo Cars en diferentes ámbitos, como investigación y desarrollo, manufactura y servicios comerciales o posventa.
«Con nuestra creciente línea de autos exclusivos», el CEO de Polestar Thomas Ingenlath augura un futuro «prometedor» para la firma.
El acelerón inyecta energía en Volvo Cars después de unos resultados con luces y sombras. Pese a que la compañía logró récords históricos ventas (708,700 unidades, +15 %) e ingresos (US$38.4 mil millones, +21 %) en 2023, los beneficios se redujeron un 17.3 % respecto al año anterior, aterrizando en los US$1.63 mil millones.
Entre las cifras, destaca el peso que el sector eléctrico empieza a ganar para la compañía. El 16 % de las ventas de Volvo Cars corresponden a vehículos eléctricos, un 5 % más que en 2022. En total, aumentaron un 70 % interanual, hasta las 113,419 unidades.
De esta forma, Volvo Cars avanza hacia una meta que transformará por completo la empresa: fabricar sólo autos eléctricos para el año 2030. «La labor de los últimos dos años nos sitúa en el camino de cumplir nuestros objetivos futuros», afirma Jim Rowan.
Borja Santamaría
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