El 2022 está golpeando con fuerza a economías, familias y, por supuesto, empresas. Son numerosas las compañías que están viendo caer sus cuentas o su valor, sin margen para escapar de la tormenta de la inflación y la crisis. Sin embargo, entre todas ellas, destaca el caso de Walmart. En sólo unas horas, la cadena de supermercados y almacenes de descuento perdió cerca de un 8 % en bolsa, tras presentar un recorte en sus beneficios mayor del esperado. Una situación grave que, además, no es nueva: es su segundo gran batacazo del año.
Se estima que la fortuna de la familia Walton, propietaria del 51 % de la compañía, ha caído US$11.4 mil millones por este severo golpe. Todo, después de que Walmart presentara sus previsiones económicas una vez concluido el segundo semestre del año.
«Los crecientes niveles de inflación de alimentos y combustibles están afectando la forma en que gastan los clientes», afirmó Doug McMillon, director ejecutivo de Walmart.
Una situación que se une a otra realidad. Tras los problemas en la cadena de suministros sufridos en 2021, algunas empresas, entre ellas Walmart, decidieron hacer acopio y llenar sus inventarios. Ahora, tal y como reconoció la compañía, tendrán que reducir los precios para dar salida a ese exceso de producto, especialmente en el ámbito textil.
Con este escenario, la empresa redujo su previsión de ganancias por acción entre un 10 % y un 12 %, lo que desató una tormenta en bolsa. La segunda del año.
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Hace apenas dos meses, un anuncio similar tuvo consecuencias muy parecidas. De nuevo con la inflación como causa principal, Walmart publicó unas previsiones de ingresos por acción inferiores a las esperadas. El golpe fue sonado. Las acciones se desplomaron un 11 %, su mayor caída desde 1987, mientras que la familia Walton vio su riqueza reducida en más de US$ 16 mil millones.
En total, la familia acumula un patrimonio neto superior a los US$199 mil millones. Una cifra inmensa que, sin embargo, es un 11 % menor que cuando comenzó el 2022.
Walmart no fue la única gran compañía en recoger cable y reducir sus expectativas de beneficios. También lo hizo, por ejemplo, Coca-Cola. La empresa señalo que la inflación afectará a sus cuentas del 2022. Además, presentó unos beneficios netos de US$4 mil 686 millones correspondientes a la primera mitad del año, una cifra un 4 % inferior a la del mismo periodo de 2021.
El recorte es incluso mayor si nos fijamos sólo en el tramo de abril a junio, donde Coca-Cola obtuvo un beneficio de US$11 mil 325 millones. Supone una caída interanual del 12 %.
En el caso de Coca-Cola, eso sí, la reacción de los inversores fue positiva, señal de que esperaban unos resultados peores. Así, sus acciones subieron un 0,98 %.
Por Redacción Mercado, con información de EFE
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