Compromiso y pasión más allá de las pistas de carreras

Por revistamercado | diciembre 11, 2020

A sus 41 años, Félix Sánchez, el atleta más destacado del país, corre ahora por otros campos en los que seguirá conquistando nuevos triunfos y satisfacciones. Tras su retiro, enfoca sus próximas metas en la fundación que preside y en las conferencias motivacionales que ofrece actualmente.

A los sueños hay que “caerles atrás”, dice un hombre que sí sabe de triunfos. Y como buen corredor, los pies bien puestos sobre la tierra le permitieron demostrar que  no se puede alcanzar la gloria sin sacrificios. 

Félix Sánchez la alcanzó, y varias veces, pero la historia detrás de esos momentos poca gente la conoce y él está dispuesto a compartirla gracias a la fundación que ha creado y a su nueva faceta de conferencista.  Después de su brillante paso por el escenario deportivo, incluyendo sus dos medallas olímpicas, Sánchez disminuyó la velocidad, anunció su retiro en 2016 y ahora, con 40 años, replantea sus metas y traza un nuevo rumbo para su carrera.

“Decidí mudarme a República Dominicana definitivamente, con mi esposa y mi hijo, para poder estar más cerca de los míos y aportar todos los conocimientos del mundo del atletismo que he podido acumular con el paso de los años”.  Su nuevo camino por recorrer, cuenta, incluye una academia deportiva porque, quién mejor que él, sabe del talento que hay en el país en todos los ámbitos, pero sobre todo en el deportivo. Además, “mi Fundación es una forma de aportar y ayudar a la juventud a través de los estudios y el deporte, porque muchos tienen el deseo de estudiar y desarrollarse en alguna disciplina pero no cuentan con los recursos necesarios para hacerlo”.

Sánchez siente un gran compromiso con la futura generación de estrellas deportivas, por lo que no duda en asegurar que siendo entrenador en el país quiere desarrollar atletas capaces de competir en los Juegos Panamericanos, Centroamericanos y Olímpicos. “Con mi experiencia y ejemplo creo que no sería difícil ayudar a los demás jóvenes atletas y motivarlos a llegar lejos”. Y tan lejos como llegó él es la meta aspirada, porque cree firmemente en que esa motivación y ese ejemplo que menciona son motores tan importantes para ellos como lo es la disciplina y las condiciones físicas de cada uno. “Compartir mi historia me motiva a seguir trabajando a través de la Fundación y las conferencias que imparto porque, indudablemente, fueron grandiosos esos momentos de triunfo, pero mucha gente no conoce todo lo que hubo detrás de ellos para poder llegar hasta donde llegué”.

Pasión, lucha, perseverancia son algunos de esos componentes necesarios para el triunfo, y sin lugar a dudas son parte de la fórmula que a Sánchez le da dado los resultados que ya el mundo conoce.

En la mente de muchos dominicanos todavía está ese momento en que, escuchando las notas de nuestro Himno Nacional, Félix estalló en llanto al recibir la medalla de oro en los Juego Olímpicos de Londres, en 2012. Un momento de gloria producto de un largo proceso de preparación en que el sacrificio y la entrega jugaron a ganar. “Mi historia verdadera pocos la conocen. Fue una lucha de más de 16 años de esfuerzos para llegar hasta ese momento de mi vida. La gente no se imagina todo lo que significó, las cosas que tuvieron que pasar para lograr el triunfo”.

“Sea deportista, empresario, abogado, médico, no importa a qué se dediquen, inspirar a la gente con lo que les puedo contar es algo que ahora canaliza mi energía. Muchas personas se sentirán identificadas por este mensaje. A veces, los seres humanos tratamos de separar la vida personal de la profesional, pero la realidad es que ambas corren juntas, de la mano”. Una enseñanza que aprendió a aplicarse hace ya mucho tiempo, con excelentes resultados.

Félix Sánchez no se ha retirado, solo ha cambiado de campo, de estadio, de competencia. Su pasión por la superación personal sigue corriendo en el interior de su cuerpo a toda velocidad, y con sus nuevas metas en el horizonte tiene el firme propósito de empujar a los demás a comprobar que, como ya ha dicho, “a los sueños hay que caerles atrás”. Es la única forma de alcanzarlos.