Elecciones LATAM: victorias, derrotas e implicaciones para la región

Por Karime Rivas | abril 12, 2021

Dos países de Latinoamérica estuvieron este fin de semana decidiendo el destino para sus gobiernos. Una decisión crucial, con un gran impacto regional. Por una parte, los ecuatorianos manifestaron a través del voto su deseo por un cambio, sacando a Correa del poder y con él la manifestación del llamado «Socialismo del siglo XXI»; por otra parte, Perú ya vislumbra con un poco más de claridad los candidatos que pasarán a segunda vuelta, con Pedro Castillo a la cabeza pero con Keiko Fujimori bastante cerca.

La victoria de un banquero en el Ecuador 

La victoria del derechista, Guillermo Lasso, será bienvenida por inversores extranjeros, ya que prometió mantener el acuerdo del presidente saliente, Lenín Moreno, con el Fondo Monetario Internacional (FMI) frente a un Arauz que quería desconocer las condiciones de la financiación y que prometía un amplio gasto social pese a las débiles finanzas públicas y una economía con problemas de liquidez.

Esto puede traducirse en una mayor estabilidad para la región, con grandes beneficios más allá de las fronteras ecuatorianas. Estas elecciones presidenciales, fueron celebradas en medio de un repunte de casos de coronavirus y de una crisis económica que sacude al país, agravada por la pandemia. Ambas crisis serán los principales retos del nuevo presidente, que asumirá el 24 de mayo.

Y este fue el escenario de contienda entre dos modelos completamente diferentes, para hacerle frente a la economía actual. Arauz quería recuperar las políticas de gasto social que caracterizaron los dos gobiernos de Correa (2007-2017), y Lasso es un banquero que defiende el libre mercado y que propone medidas liberales para salir de la crisis y acabar con el correísmo, al que culpa de la deuda y el déficit fiscal del país.

Las elecciones más fragmentadas de la historia de Perú

Este domingo se celebró en Perú la primera vuelta de las elecciones generales, que incluyen la elección del nuevo Presidente. Por primera vez en mucho tiempo, los peruanos han debido enfrentar una etapa de incertidumbre muy fuerte, al no saber exactamente cuáles candidatos podrían pasar a la segunda ronda.

Perú viene viviendo una crisis de partidos hace décadas, pero que se trata más de una «crisis de representación política», de acuerdo a la politóloga Milagros Campos. Al problema de los partidos se suma el continuo enfrentamiento entre el Ejecutivo y el Congreso durante los últimos cinco años.

En 2016, Pedro Pablo Kuczynski (PPK) ganó la presidencia de Perú, pero tuvo una bancada débil en el Congreso, mientras que la de su rival en las elecciones, Keiko Fujimori, obtuvo la mayoría absoluta.

Entre 2017 y 2018, esta mayoría opositora presentó dos mociones de destitución contra PPK y finalmente forzó su renuncia en medio de acusaciones de corrupción por supuestamente haber recibido sobornos de Odebrecht.

Aunque ya los números han comenzado a cobrar sentido, este domingo quedó en evidencia que el Estado está «en conflicto permanente», hay una «desconfianza de que la política pueda solucionar los problemas del día a día», dice Campos.

«Con esta elección, Perú afronta dos riesgos concretos: uno, el de la presidencia sin mayoría, con un Congreso muy fragmentado, con una fragmentación mucho mayor a la que hemos tenido históricamente», añadió Campos. «Y el segundo riesgo, consecuencia del primero, es que haya problemas de gobernabilidad similares a los que hemos vivido en los últimos cinco años. La amenaza va a seguir ahí», añade.

Aún hay que esperar la segunda vuelta, que aclare ese delgado margen entre Pedro Castillo con un 18,92% y Keiko Fujimori con un 13,25%.

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