LA EX SENADORA Y ex fiscal general de California de 55 años, Kamala Harris, ha hecho historia al convertirse en la primera mujer de raza mixta –afro-india- en lograr la vicepresidencia de Estados Unidos.
The Truths We Hold, es el título de la autobiografía de Kamala Harris; el título es una reformulación de las palabras iniciales de la declaración de independencia de los EEUU “We hold these truths to be self-evident, that all men are created equal…” (“Sostenemos que estas verdades son evidentes, que todos los hombres son creados iguales…»). Y su verdad como hija de inmigrantes, es que fue criada en una comunidad de Oakland, California, donde la lucha por la justicia social era un tema muy presente. Sus padres, un economista jamaicano y una investigadora del cáncer de mama india tamil, muy respetados ambos en sus respectivos campos de actividad, se conocieron como activistas en el movimiento pro derechos civiles cuando eran estudiantes en Berkeley.
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Harris acudió al jardín de infancia durante el segundo año del programa de autobuses de integración escolar de Berkeley, que fue pionero en el uso extensivo de autobuses para contribuir al equilibrio racial en cada una de las escuelas públicas de la ciudad; un autobús la llevó a una escuela a la que dos años antes asistían mayoritariamente menores blancos en un 95%.
Tras el divorcio de sus padres, Harris fue criada principalmente por su madre, de religión hindú, creciendo ligada estrechamente a su herencia asiática; la primogenitora insistió en darle a sus hijas nombres sánscritos derivados de la mitología hindú para ayudar a preservar su identidad cultural, aunque la vicepresidente siempre ha subrayado que su madre adoptó la cultura afro estadounidense de Oakland, sumergiendo en ella a sus dos hijas, Kamala y su hermana menor, Maya. «Mi madre siempre entendió muy bien que estaba criando a dos hijas negras», comenta Harris en su autobiografía.
Al recordar las vidas de sus abuelas, menciona que una estaba emparentada con el dueño de una plantación de esclavos, mientras que la otra tenía ascendencia desconocida. «Soy negra y estoy orgullosa de ello» dijo en 2019 en una entrevista. Harris creció asistiendo tanto a una iglesia bautista negra como a un templo hindú.
Harris estudió en la Universidad Howard, la gran universidad negra de los EEUU y bastión cultural, algo que ella describe como central en su formación. Tras cuatro años allí, Harris consiguió el Juris Doctor en la Universidad de California-Hastings.
Comenzó su carrera en la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Alameda, antes de ser reclutada para la Oficina del Fiscal de Distrito de San Francisco y luego para la Oficina del Fiscal de la Ciudad de San Francisco. En 2003, fue elegida fiscal del distrito de San Francisco. Posteriormente, fue elegida fiscal general de California en 2010 y reelegida en 2014. Fue la primera mujer y la primera mujer negra en ganar el puesto de fiscal general de California; el máximo responsable del cumplimiento de la ley en el estado más poblado y rico de la Unión.
Harris anunció oficialmente el lanzamiento de su campaña al Senado en enero de 2015, en la que se enfrentó y derrotó en las primarias al entonces alcalde demócrata de Los Ángeles Antonio Villaraigosa, con el apoyo del entonces presidente Barack Obama y el vicepresidente Joe Biden. En las elecciones al Senado de 2016 Harris derrotó a Loretta Sánchez, consiguiendo más del sesenta por ciento de los votos, llevándose todos menos cuatro condados, convirtiéndose en la segunda mujer afroamericana y la primera surasiática americana en servir en el Senado de Estados Unidos. Como senadora, abogó por la reforma del sistema de salud, la legalización federal del cannabis, la Ley DREAM, la prohibición de las armas de asalto y una reforma fiscal progresiva.
Harris ha sido considerada como una de las interrogadoras más implacables del Congreso; desde su llegada al Senado, Brett Kavanaugh como magistrado de la Corte Suprema, William Barr como fiscal general de Estados Unidos, la jueza Amy Coney Barrett para la Corte Suprema, han sufrido en sus carnes, durante las audiencias para la confirmación de sus cargos, la rigurosa e incisiva forma de interrogar a los nominados, de Harris. Su implacable escrutinio y crítica a los funcionarios de la administración Trump hizo que aumentara su perfil dentro del partido y en los mass media de alcance nacional.
Harris había sido considerada una de las principales contendientes y potencial favorita para la nominación demócrata de 2020 a la presidencia; en enero de 2019 anunció oficialmente su candidatura para presidenta de los Estados Unidos en las elecciones del año siguiente. Durante las primeras 24 horas después de su anuncio empató un récord establecido por Bernie Sanders en 2016 como mayor recaudadora de fondos al día siguiente al anuncio; más de 20 000 personas asistieron al lanzamiento formal de su campaña en su ciudad natal de Oakland.
Durante el primer debate presidencial demócrata en junio de 2019, Harris se las vio con el ex vicepresidente Joe Biden; tras el lance en el que puso a su contrincante contra las cuerdas, el apoyo a Harris aumentó entre seis y nueve puntos en las encuestas. En el segundo debate en agosto no le fue tan bien, Harris se enfrentó a Biden y la congresista Tulsi Gabbard por su historial como Fiscal General, que los liberales tachaban de excesivamente dura, cayendo en las encuestas tras el debate; durante los meses siguientes, sus cifras de popularidad cayeron a un solo dígito. La demócrata de California trató de navegar entre el ala progresista y moderada del partido, sin éxito, poniendo fin a su candidatura a la nominación demócrata en diciembre de 2019, alegando escasez de fondos, no sin dar antes su respaldo a Joe Biden para presidente.
Biden ganó una victoria aplastante en las primarias demócratas de Carolina del Sur de 2020 con el respaldo del coordinador de la Cámara de Representantes Jim Clyburn, quien sugirió que Biden eligiera a una mujer negra como compañera de fórmula y comentó que «las mujeres afroamericanas debían ser recompensadas por su lealtad». Igualmente miembros de alto rango del Caucus Negro del Congreso respaldaron la idea de una fórmula Biden-Harris.
Por su lado, confirme el proceso avanzaba, New York Times informó que Harris se perfilaba como la favorita para ser la compañera de fórmula de Biden, ya que era la única mujer afroamericana con la experiencia política típica de los vicepresidentes. Elizabeth Warren, Val Demings y Keisha Lance Bottoms, comenzaban a quedar atrás. Finalmente en agosto Biden la eligió; ella es la primera afroamericana, la primera estadounidense de origen hindú y la tercera mujer después de Geraldine Ferraro y Sarah Palin en ser elegida como candidata a la vicepresidencia.
Kamala Harris se ha se descrito a sí misma como «la fiscal progresista» y distinguido como senadora transformacional de los Estados Unidos, lidiando con una serie de problemas complejos que gran repercusión local y global como pueden ser la atención médica, la inmigración, la seguridad nacional, la crisis de opioides y la aceleración de la desigualdad. Conocida por llevar una “voz a los sin voz”, se enfrentó a los grandes bancos durante la crisis de ejecución hipotecaria, arrancándoles un acuerdo histórico para las familias trabajadoras de California. Con las actuales tensiones raciales en EEUU y el aumento del escrutinio sobre las practicas policiales Harris adoptó un rol destacado, utilizando su posición para amplificar las voces más progresistas, solicitando cambios de las prácticas policiales en todo Estados Unidos para frenar los casos de brutalidad. Sus señas de identidad como gestora técnica fueron aplicar un enfoque holístico, basado en datos, encarando el crimen de forma inteligente. Entre sus inclinaciones más progresistas se encuentran asuntos como el matrimonio homosexual o la pena capital.
