Vacunas marcan segundo año de covid

Por revistamercado | enero 10, 2021

LOS PROGRAMAS NACIONALES DE VACUNACIÓN, concentran las expectativas en este primer trimestre de 2021, y todas las miradas están puestas sobre la rapidez con la que avance ese proceso, de cuyo éxito depende que la pandemia del covid-19 deje de ser una pesadilla mundial.

Las vacunas de las globales farmacéuticas Pfizer, Moderna y AstraZeneca, así como la rusa Sputnik V y la china Sinovac se convierten desde ya en las mercancías de mayor demanda en el comercio internacional. Más que cualquier materia prima o que cualquier commodity, las vacunas contra el covid-19 son las importaciones que todos los países quieren ver llegando a sus puertos.

Empero, no es la única preocupación. Los rebrotes en varios países que venían registrando disminuciones en sus cifras diarias de contagio y que al cierre del 2020 las veían subir de nuevo es la segunda. La nueva cepa del virus, descubierta el mes pasado en el Reino Unido y su impacto tanto en la propagación de la enfermedad como en la efectividad de la vacuna es la tercera. Todo ello sin contar que la vacunación de la población requiere de esfuerzos descomunales de planeación y logística.

Puede presentarse también la necesidad de nuevos confinamientos, opción a la que no quieren acudir los gobiernos, pero que podría hacerse necesaria si los rebrotes se tornan incontrolables. Las principales naciones del occidente europeo tuvieron que volver a las restricciones de movilidad y de actividades comerciales, a pesar del impacto económico que ello significa.

No era la opción que quería la canciller alemana Angela Merkel, pero no encontró otra salida. Cuando acudió al Parlamento a justificar la necesidad de las restricciones y de exhortar a los gobiernos de los estados federales a adoptarlas con rigor justo en los días de Navidad y Año Nuevo, se le vio conmovida como nunca antes y en extremo preocupada. Ni los problemas económicos de la Unión Europea, ni el plan de rescate financiero y ni siquiera Donald Trump pudieron quitarle su serenidad habitual. El covid-19 sí lo logró. Y expresó su gran temor, surgido de la relajación de las medidas de prevención, de las aglomeraciones decembrinas y del duro rebrote alemán:

“si después de todos los acercamientos que hemos tenido con nuestros familiares, esta es la última Navidad en que los tendremos, habremos actuado muy mal”.

Ese es un temor generalizado. Este mes se podrá conocer si Navidad y Año Nuevo significaron aumentos elevados de los contagios y las muertes. Al iniciar este año, los casos ya sumaban 78.2 millones en todo el mundo, con EE. UU., como mayor foco de expansión con 18.2 millones de contagiados. Las mayores cifras de contagio están en India (10 millones de personas), Brasil (7.5 millones), Rusia (2.9 millones) y Francia (2.5 millones). Pero hay otras cifras preocupantes: Argentina, Colombia y México ocupaban los puestos 11, 12 y 13 en el mundo, en número de contagios, y los tres países con indicios de rebrotes. Con 168 mil contagiados, República Dominicana es 41 en el mundo y noveno en Latinoamérica.

Para el 1 de enero, los muertos por el covid-19 sumaban 1.7 millones, con el 19 % en EE. UU. (323 mil). Brasil, India y México pasaban de los cien mil. Aparte del caso mexicano, las peores cifras las mostraban Argentina, Colombia y Perú, que bordeaban los 40 mil muertos. República Dominicana superaba los 2,400. La nueva cepa llevó al gobierno británico a ordenar nuevas restricciones de movimiento y cuarentenas, que siguen vigentes en estos días. Ello causó además que decenas de países tomaran la decisión de suspender los vuelos entre sus territorios y el Reino Unido.

Los expertos de los laboratorios fabricantes de las vacunas dieron al mundo un mensaje positivo, al explicar que la nueva variante no inhabilitará la efectividad de las vacunas que ya están en producción. Los médicos también tenían una noticia al respecto: si bien la nueva cepa puede ser más contagiosa, no tenían indicios de que causase síntomas más graves o que fuese más letal. Todo conduce a un mismo punto: la necesidad de iniciar los procesos de vacunación.

En China, Rusia, Reino Unido y EE. UU. los programas iniciaron en diciembre. Al tiempo, los países latinoamericanos cerraban negociaciones con los grandes laboratorios, para asegurar que desde este mes puedan empezar a vacunar a su personal médico de primera línea contra el covid, prioridad en la que casi todos coinciden. Aunque cada país tenga acuerdos de suministro con un laboratorio en especial, la tendencia que parece abrirse paso es la de comprar a varios, para asegurarse de un más rápido aprovisionamiento. La vacuna desarrollada por la alianza Pfizer/BioNTech, tiene eficacia del 95 % para dos dosis aplicadas en tres semanas, según la FDA. La de Moderna cuenta con eficacia de 94.1%. La rusa Sputnik V. por su parte, alcanza el 95 %, según sus productores.

La primera en estar lista el año pasado, la de Pfizer/ BioNTech, exige de una logística de calidad y exigencia en los países que la compren, puesto que se debe almacenar a temperaturas en extremo bajas, de entre -20 y -70 grado centígrados. Nadie está seguro aún de cuándo se superará la pandemia y el covid-19 se convierta en historia. Quizás ello no ocurra este año y ni en el 2022, porque es poco probable que toda la población mundial sea vacunada, sea por las dificultades económicas de países que la requieran o por los desafíos logísticos que implique llevarla hasta los lugares más remotos. Hay algo seguro en torno del covid-19 para el 2021: este es el año de la vacunación. Todo plan económico y toda estrategia social deben incluir una obligación para todos los Estados en los cinco continentes: vacunar la población.