Generalmente detrás de los grandes triunfos de un deportista, existe una historia de una vida que no ha sido fácil y de una persona que ha tenido que batallar con un sinfín de obstáculos. Un vivo ejemplo de esto es Novak Djokovic, el tenista serbio que ya es considerado por muchos como el nuevo rey de las canchas, tras su contundente triunfo en el Roland Garros de este año.
Su infancia no fue la de un niño normal: vivió de cerca la Guerra de los Balcanes, en los años 90, cuando crecía en el poblado de Kopaonik, una de las principales cadenas montañosas, que contiene una pequeña porción al norte de Kosovo.
En ese lugar sus padres Srdjan y Dijana le inculcaron la pasión por el esquí, el deporte que le otorgó la flexibilidad que hoy exhibe en el tenis de élite. En este lugar también sus manos sintieron una raqueta por primera vez. Tenía apenas 7 años. Desde entonces no se separaría del instrumento que tantas glorias le ha traído y le pudiera generar en un futuro cercano.
Este sería el inicio de la leyenda del hoy número uno del mundo, en aquel lugar que fue bombardeado, en 1999, durante los ataques de la OTAN a la antigua Yugoslavia. En ese entonces el joven Djokovic tenía apenas 12 años.
«Me costó entender la situación de mi país. La gente sufre porque es un país marcado por la guerra. Por eso intento representar a Serbia de la mejor manera y demostrar que tiene muchas cosas positivas que ofrecer. La imagen es negativa desde hace más de 20 años y quiero cambiarla», comentó el tenista a la prensa especializada en deportes.
Por eso, hoy más que un deportista, se considera un embajador de su Serbia natal, y con sus triunfos intenta torcer el mal concepto que el mundo construyó sobre su nación luego de terminada la guerra.
El debut de Novak Djokovic fue en el Open de Australia de 2005 ante Marat Safin. En esa primera etapa de su carrera profesional llegó a participar en 51 torneos de Grand Slam de manera consecutiva. Sin embargo una lesión de codo en 2017, le obligó a renunciar a la disputa del US Open 2017.
Tardó muy poco en recuperarse de nuevo para participar en Wimbledon 2018 y desde allí, su carrera ha venido en ascenso hasta su último triunfo en la cancha del Roland Garros.
? @DjokerNole : «Very thrilled with that achievement».#RolandGarros pic.twitter.com/tvZO45Lz1G
— Roland-Garros (@rolandgarros) June 16, 2021
Con 34 años y un estilo de juego en el que el físico es muy importante, este deportista solo se ha perdido un único torneo de esta categoría. Por eso es un motivo más para valorar su grandeza y candidatura a ser el nuevo rey de las canchas internacionales.
De hecho, Djokovic se convirtió en el primer jugador de la era abierta en ganar un título de Grand Slam tras remontar dos veces de dos sets en contra. También se convirtió en el primer hombre de la era abierta y el tercero de la historia en ganar cada uno de los cuatro torneos de Grand Slam al menos dos veces (Roy Emerson y Rod Laver lo hicieron antes).
En su próximo reto de Djokovic es en Wimbledon, que comienza el próximo 28 de junio, donde intentará igualar el récord masculino de individuales .
Aunque la dotación económica del torneo Roland Garros bajó sensiblemente en época de pandemia, Novak Djokovic se llevó a su casa un suculento talón de 1.400.000 euros.
Si bien el serbio no sólo es el número uno en el ranking de puntos acumulados, también es considera el tenista de la historia que más dinero ha acumulado en premios.
Se estima que su cuenta corriente amasa 123.688.000 euros. Un monto superior al de sus rivales en el top masculino del tenis mundial: Roger Federer, cuenta con 107.512.000 euros, y Rafael Nadal dispone de 103.165.000 euros.
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