Conoce la historia detrás del Corn Flakes de Kellogg’s

Por revistamercado | enero 11, 2021

Tocineta y huevos fritos son parte del menú en muchos desayunos, tal como lo era a principios del siglo XX en Estados Unidos. Pero desde sus inicios, la empresa creada por los hermanos Will Keith y John Harvey Kellogg estaba enfocada en ofrecer a los consumidores una alternativa diferente al tradicional desayuno pesado y cargado de grasa que ha ido perdiendo protagonismo con el pasar de las décadas.

Ese fue el punto de partida para que los hermanos comenzaran a desarrollar su fórmula de cereal usando el maíz, al que terminaron llamando Corn Flakes de Kellogg’s.

John era médico, mientras que Will no había podido pasar más allá del sexto grado, pero eso no impidió que en Battle Creek, Michigan, en 1906, el nuevo producto comenzara a ser una presencia habitual en las mesas de muchos norteamericanos, producto de la idea de un desayuno rápido y nutritivo que comenzó a gestarse en la mente de John, y de la tarea de cocinar y probar las muchas recetas de la masa de granos de maíz que Will tuvo bajo su responsabilidad.

Así fue como, finalmente, lograron alcanzar el tan esperado copo crujiente y sabroso que terminó conquistando el gusto de los consumidores. La empresa pronto se vio en la necesidad de incrementar la producción, por lo que invirtió en maquinarias especiales.

 

Los hermanos Kellogg en su primera oficina. Sin dudas, la compañía tuvo éxito porque ambos creía que toda la población, no solo aquellos con dietas especiales, podría estar interesada en alimentos saludables a base de ce- reales, y porque continuamente mejoraron su línea de productos y técnicas de empaque para satisfacer las necesidades de una sociedad en constante evolución.

En la década de 1910, la llegada de la pasteurización de la leche significó un momento de impulso y expansión para el negocio de cereales listos para comer, pues la costumbre de combinar ambos productos llegó a popularizarse rápidamente. Además, para mantenerse al día con un mercado en crecimiento, Kellogg Company desarrolló nuevos productos, empaques e innovaciones de marketing para satisfacer las necesidades del consumidor.

Los cereales Kellogg’s Bran Flakes y All Bran se introdujeron en 1915 y 1916, y debido al éxito en el mercado estadounidense, los hermanos Kellogg encontraron que era buen momento para comenzar la expansión, por lo que abrieron su primera planta de cereales en Canadá.

Las exportaciones de sus cereales a Inglaterra a principios de la década de 1920 y la construcción de una planta de producción en Sydney, Australia, eran muestras del éxito de la empresa, sobre todo cuando Kellogg introdujo en el mercado norteamericano los productos en porciones individuales para su uso en hospitales, hoteles, centros de estudios y algunos restaurantes.

La empresa hizo un movimiento estratégico sin precedentes cuando Estados Unidos se hundió en la Gran Depresión. Fue una etapa difícil, la economía estaba deprimida, y en lugar de recortar, duplicó su gasto en publicidad y las ventas de cereales Kellogg aumentaron.

A lo largo de la década de 1950, la compañía introdujo algunos de los cereales más populares como Kellogg’s Corn Pops, Kellogg’s Frosted Flakes, Kellogg’s Honey Smacks, Kellogg’s Cocoa Krispies y Kellogg’s Special K, que fue el primer producto rico en proteínas como cereal de desayuno jamás ofrecido a los consumidores. El ícono de los cereales, Tony the Tiger, también hizo su pri- mera aparición en la década de 1950.

Con más de 100 años de historia, Kellogg Company sigue siendo una fuente para desayunos saludables, pero también un caso de éxito empresarial porque se mantiene innovando en productos y, sobre todo, al tanto de las demandas y necesidades de los millones de consumidores alrededor del mundo.