El antiguo adagio de “año nuevo, vida nueva” es plenamente aplicable al mercado de valores. Inicia el 2023 con la expectativa de que verá el surgimiento del mercado accionario, un objetivo esperado hace lustros. Pero hay otra circunstancia que también es nueva: el cambio de superintendente e intendente. La verdad es que se posesionaron el año pasado, pero con los lógicos procesos de empalme y adaptación a sus nuevos cargos, su verdadera impronta empezará a verse en realidad desde este año.
El nuevo superintendente, el abogado Ernesto Bournigal, es el personaje invitado de este mes en Market Brief. Conoce el mercado de valores, quiere escuchar las sugerencias de sus actores y quiere que su trabajo en la institución supervisora se caracterice por favorecer el crecimiento del mercado y la agilización de aquellos procesos que así lo ameriten. Tiene una tarea muy importante para el sector, como lo es la aceleración de la expedición de los reglamentos pendientes de la Ley 249-17, cuyo cronograma de aprobaciones ya está muy atrasado.
Pero hay otra tarea que Bournigal se ha impuesto, porque cree firmemente que es un camino hacia el aumento tanto de herramientas como de inversionistas y es la educación financiera. Además, los gremios del mercado le han expresado que es también un objetivo que se han fijado. De la educación financiera se viene hablando hace años, pero no ha habido una estrategia que una al supervisor y al mercado en el propósito de hacerla realidad. Parte de la “vida nueva” del mercado puede ser un énfasis conjunto gobierno-sector privado en ese tema.
Al mencionar los reglamentos pendientes, uno de los más urgentes es el del fideicomiso de oferta pública. Su inexistencia está frenando la posibilidad de que este instrumento de inversión y financiamiento se desarrolle a mayor ritmo.
Y seguimos esperando la emisión de las acciones de César Iglesias.
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