La nueva modalidad para ejercitarse físicamente y que está dando la vuelta al mundo se llama entrenamiento holístico, una práctica que reconoce la interconexión entre el cuerpo, la mente y el espíritu. En vez de centrarse únicamente en ejercicios específicos, esta disciplina se adapta a las necesidades individuales de cada persona, abogando por un enfoque integral de la salud y el bienestar, encontrando sus raíces en la rehabilitación fisioterapéutica, haciendo a un lado los métodos convencionales del gimnasio en favor de una variedad de herramientas y técnicas, como poleas, balones medicinales y pelotas.
De manera general, se basa en movimientos que imitan los patrones naturales del cuerpo en la vida diaria, incluyendo la locomoción, rotación, cambios de nivel, empuje y tracción. Con énfasis en el abdomen, esta práctica ayuda a fortalecer y definir esta área, así como a trabajar el diafragma, el suelo pélvico y los oblicuos internos, a través de movimientos que se realizan en múltiples planos y articulaciones.
Es importante complementar esta disciplina con una alimentación balanceada y una actitud mental positiva, porque esto contribuirá a una mejora en los resultados, ya que después de una sesión es común experimentar una mejor coordinación, equilibrio y función neuromuscular.
43 % de las personas creen que la integración del fitness puede tener un impacto positivo en la sociedad, incluyendo mejoras en la salud mental, según un informe de «The Peloton Report».
Para muchas personas, la adopción de un estilo de vida holístico se facilita al participar en comunidades afines. Por ello, se han diversificado la existencia de clubes y centros de bienestar en todo el mundo. Estos espacios ofrecen clases dirigidas por profesionales que combinan el ejercicio físico con técnicas de relajación. Además, brindan orientación sobre dietas y opciones de estilo de vida saludables.
El componente espiritual de la salud holística puede acoger diversas formas según las preferencias individuales. Mientras que algunos encuentran conexión espiritual a través de actividades deportivas, otros hallan plenitud en prácticas como la meditación. La revitalización del espíritu suele desencadenar mejoras en otros aspectos de la salud.
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