La dismorfia de Zoom: tips para combatirla

Por pferreras | abril 20, 2021

Mirar nuestro propio reflejo rara vez es percibido como negativo, pero el tiempo prolongado frente a Zoom podría ser la excepción. Al enfrentarse a una nueva realidad, el mundo dio la cara ante la dismorfia a través de la pantalla.

Vernos al espejo es uno de los mayores actos de amor propio, pero con el impacto de la pandemia del nuevo coronavirus, el mundo se enfrentó y adaptó ante una nueva plataforma, que trajo consigo este insípido fenómeno.

Quizás te pueda interesar: Cuida de ti mientras trabajas en casa

Annette Núñez, psicoterapeuta, otorga la obsesión de esta sociedad con su apariencia física a los patrones de pensamiento; todos estamos pensando constantemente, y, mientras haya una cámara presente vamos a querer ver lo que otros perciben de nosotros. «En lugar de concentrarse en la reunión, en realidad estás hablando contigo mismo, enfocándote en ti mismo e identificando todas las cosas negativas que están mal contigo», añade la especialista.

Dismorfia de Zoom

Al estar la mayor parte del día sentado frente a un ordenador, ya sea tomando clases o trabajando, estamos mucho más pendientes de nuestro perfil que antes; esto da cabida a resaltar «imperfecciones» e incrementar la posibilidad de recurrir a tratamientos médicos para corregirlas.

Sin embargo, la iluminación, los pixeles y los ángulos sesgados influyen en cómo nos percibimos realmente. La dismorfia de Zoom suele ser una versión distorsionada de nuestra propia imagen; conclusiones de un estudio revelaron que las imágenes capturadas a una distancia focal corta, causa que los rostros tengan otra apariencia.

Dentro de este dañino ciclo, la industria estética aprovecha la situación; la demanda de procedimientos ha sufrido un aumento de hasta 20% tanto para hombres como para mujeres.

Combate (o evita) el fenómeno

Todavía el mundo está lejos de volver a su normalidad de hace más de un año y medio, lo que ha surgido a raíz de la pandemia ya es la nueva normalidad, por ende, aquellos métodos que se han utilizado durante la adaptación, llegaron para quedarse.

Si usted se muestra preocupado ante caer en la trampa de la dismorfia de Zoom, o, por otro lado, está actualmente dentro del espiral, le tenemos tres recomendaciones:

  1. Apague la cámara. Es como empezar por el principio, usted puede optar por apagar la cámara (siempre y cuando sea posible) para así evitar la tentación de verse constantemente.
  2. Ponga un post-it encima de su imagen. Si no es posible cumplir con la primera recomendación, una solución rápida es cubrir su cuadrícula con alguna nota adhesiva o papel.
  3. Mírate al espejo. Cada vez que cruces frente a un espejo, practica decirte una afirmación positiva varias veces, así tu cerebro empezará a verte de otra forma.

Suscríbete a la revista y regístrate a nuestros newsletters para recibir el mejor contenido en tu buzón de entrada.