Reír es una acción biológica propia de todo ser humano, que ha llegado a calificarse como el mejor analgésico para soportar el dolor emocional, incluso hasta físico, y nos permite mostrarle un rostro de alegría y optimismo a nuestros días, aun cuando estemos transitando por situaciones no tan agradables.
Las facultades que tiene la risa para ayudarnos a colocarnos en una mejor posición ante el escenario de la vida son inmensurables. La comunidad científica la ubica en el rango de las terapias, siendo la más exclusiva porque es propia de cada persona, por ello es conveniente atesorarla y ponerla en práctica, sobre todo, en momentos difíciles.
Esto no es nada nuevo, pues un estudio desarrollado en la Universidad de Oxford hace más de una década puso de manifiesto que quienes se ríen más, son más capaces de soportar el dolor, pero no vale con una simple sonrisa, hay que reírse a carcajadas para que el cuerpo segregue endorfinas que, además de crear euforia, calmen las dolencias y los malestares.
Lo mejor de todo es que reír, en cualquiera de sus presentaciones, es gratuito, parte de nuestro ser interior, nos hace sentir bien impregnándonos de buena vibra. Y aunque parezca básico, el reír y mostrarle a los problemas una sonrisa, es sinónimo de querer seguir adelante y evitar que algo afecte nuestra existencia. Hay quienes ríen con facilidad, mientras que a otros les cuesta hacerlo y desconocen el poder transformador de esta respuesta biológica producida por el organismo frente a determinados estímulos.
Aunque si bien es cierto que la risa posee un lado oscuro, la que está realmente asociada al buen humor pasa a convertirse en un estado de ánimo positivo que nos recarga de energía y nos envuelve en momentos placenteros. Sin duda, su capacidad liberadora la convierte en una terapia exclusiva del ser humano que aporta increíbles beneficios a la salud tanto mental como física. La risa viene siendo un gesto acompañado por un sonido que cada quien realiza al reaccionar ante un estímulo gracioso o que le produce felicidad. Y es que en efecto, la conducta de reírnos va de la mano con una sensación de estar feliz y alegre.
Conociendo entonces todos estos atributos de la risa, los invitamos a que se propongan reír en cada espacio que encuentren disponible en su rutina diaria, rían un poco más, en lugar de llorar, lamentarse o andar de cascarrabias. En esta edición de mitad de año, MediHealth impulsa a sus distinguidos lectores a que aumenten la dosis de esta medicina que estamos seguros les aportará una sensación de bienestar y de relajación.
