El verano es uno de los momentos más esperados del año. Días largos, vacaciones, viajes, ocio… Y también, días de calor. De mucho calor. Disfrutes o no de las altas temperaturas, es conveniente que no descuides algunos aspectos que te ayudarán a preparar tu cuerpo para estas jornadas exigentes. La alimentación puede ser una gran aliada. Por ello, te presentamos una lista de alimentos para protegerte del calor.
Compuesto de agua y bajo en calorías. Una combinación perfecta que convierten al pepino en un alimento ligero e hidratante. En definitiva, en una opción redonda para el verano. Añádelo a tus ensaladas o platos.
Uno de los alimentos estrella de todos los veranos. Verde o rojo, está compuestos por un 93 % de agua. Por lo que, además de proporcionarte vitaminas A, C y K, te ayudará a refrescarte e hidratarte cuando más pegue el sol.
Sí, sabemos que una sopa puede sonarte a invierno. Que quizás no sea lo que más te apetezca en una jornada calurosa. Pero hablamos de un alimento compuesto fundamentalmente por líquido. Por ello, si optas por una sopa ligera, compuesta por verduras en lugar de pollo o carne, puede ser el alimento nutritivo e hidratante que necesitas.
De nuevo, aparentemente contradictorio, pero comer chiles con prudencia puede ayudarte en un día de agobiante verano. La explicación es que el picante estimula los termosensores de la boca. Esto aumentará tu sensación de calor y provocará que sudes. Por tanto, te impulsará a beber agua y mantenerte hidratado. Si disfrutas de este tipo de comidas, no tienes que renunciar a ellas en verano.
Además de ser rico en fibra y saciarte, evitando que comas de más entre horas, el arroz integral te ayudará a mantener un nivel glucosa alto. Un elemento clave para no marearse si el calor aprieta en exceso.
Pese a lo que pueda aparentar a simple vista, el brócoli contiene entre un 85 % y un 90 % de agua. Por tanto, esta verdura es sinónimo de hidratación. Utilízala para acompañar tu ración o como parte de una rica ensalada. Además, te aportará vitamina C, fibra y antioxidantes, con niveles bajos de calorías.
Es el postre perfecto para un día caluroso. El yogur refresca y ayuda a que tu intestino absorba una cantidad mayor de agua, favoreciendo el proceso de hidratación. ¡Buen provecho!
Por Borja Santamaría
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